Reportaje:Fórmula 1 | Gran Premio de Bahrein

Kimi busca su lugar

La constante sombra de Schumacher y la presión de Massa, que conecta mejor con el equipo, no se lo ponen fácil a Raikkonen en Ferrari

Las cosas han cambiado para Kimi Raikkonen, pero no mucho. De la pésima relación que mantenía con Juan Pablo Montoya, su compañero de equipo en McLaren-Mercedes, ha pasado a mantener una fría comunicación con Felipe Massa. Está en Ferrari y tiene un contrato largo. Se siente tranquilo. Pero hay factores que no le ayudan a encontrar su lugar en el seno de la scudería: vive bajo la larga sombra de Michael Schumacher, que sigue pululando por el equipo; encuentra dificultades para comunicarse con sus ingenieros y mecánicos; sabe que Massa, que ayer ganó su primera carrera del año, está much...

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Las cosas han cambiado para Kimi Raikkonen, pero no mucho. De la pésima relación que mantenía con Juan Pablo Montoya, su compañero de equipo en McLaren-Mercedes, ha pasado a mantener una fría comunicación con Felipe Massa. Está en Ferrari y tiene un contrato largo. Se siente tranquilo. Pero hay factores que no le ayudan a encontrar su lugar en el seno de la scudería: vive bajo la larga sombra de Michael Schumacher, que sigue pululando por el equipo; encuentra dificultades para comunicarse con sus ingenieros y mecánicos; sabe que Massa, que ayer ganó su primera carrera del año, está mucho más integrado en la dinámica general, y a todo ello añade una fama de juerguista que no le beneficia en nada.

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"Lo más importante en nuestro equipo es la estabilidad", asegura Jean Todt, el director de la escudería de Maranello. "Tenemos dos pilotos jóvenes y muy buenos que nos permiten no tener que pensar en más durante los próximos diez años. Tal vez es cierto que Massa no tiene una relación tan estrecha con Raikkonen como la que mantenía con Schumacher. Pero es correcta. Y cada uno siente un gran respeto profesional por el otro. Y con eso nos basta".

Las dificultades de comunicación de Raikkonen son cada vez más evidentes a pesar de sus notables esfuerzos. "Me consta que lo intenta", reconoce Pedro Martínez de la Rosa, que estuvo junto a él en McLaren durante las últimas ocho carreras del año pasado. "Pero no sabría decir si eso es bueno o malo. Él es como es. Es muy rápido con el coche y muy preciso en su análisis para la puesta a punto. No necesita hablar mucho".

Los ingenieros de Ferrari, sin embargo, están acostumbrados a mantener una comunicación más fluida con sus pilotos. Ocurría con Schumacher, que tenía una implicación absoluta y pedía acudir a los entrenamientos para probar piezas nuevas. También sucede con Massa, que se siente parte importante del proyecto. "Yo creo que Raikkonen está sobrevalorado como piloto global porque, fuera de subirse al coche e ir muy rápido, lo demás no le interesa. Los ingenieros y los mecánicos le importan un bledo. No está para mover al equipo. Sí lo hará Massa, que ya lleva un año de experiencia y vio cómo trabajaba Schumacher", aseguró Jacques Villeneuve, ex campeón mundial, poco antes del inicio de la temporada. No obstante, cuando los directivos de Ferrari y especialmente Todt, decidieron ficharle sabían ya todo eso. Lo que más valoraron en Raikkonen fue que era muy rápido, quizás el que más. Y pensaron probablemente que todo lo demás era suplementario.

"Tengo una excelente relación con Massa", reconoce Todt, que fue el principal valedor del finlandés; "no tanto con Raikkonen porque no le conozco lo suficiente. Pero sólo necesito mirarle a los ojos para saber que es feliz. Y nosotros, también. Michael hizo una gran aportación a esta escudería: ganó 72 grandes premios y cinco títulos consecutivos. Debemos seguir trabajando para mantener la estabilidad y para que no se note la pérdida de una persona tan importante como Michael. Nuestra responsabilidad es contar con los mejores pilotos, pero no sólo en conducción, sino también en mentalidad e implicación. Estamos contentos con Kimi y Felipe. Sólo deben acompañarnos los resultados para demostrar que todo funciona".

El equipo ha sufrido una profunda reestructuración con la marcha de Schumacher, el año sabático del ingeniero Ross Brawn y la menor implicación del diseñador Rory Byrne. Pero en Australia los Ferrari demostraron estar a la misma altura que el año pasado. Y, aunque en Malaisia sufrieron un descalabro -fueron superados por los dos McLaren-, en Bahrein volvieron a mostrarse como los más rápidos.

"Todo es distinto entre McLaren y Ferrari. Incluso la forma de conducir el bólido", reconoce Raikkonen; "lo más importante es comprender cómo trabajar con la gente de Maranello, ya que el sistema es diferente. Trabajo bien con el equipo ahora, pero con el tiempo todo mejorará. Pero ellos deben comprender que Schumacher dejó una profunda huella. Su experiencia puede ser utilizada por los técnicos, pero no pueden aplicármela a mi. Soy muy distinto al alemán".

Raikkonen lo intenta. Pasa muchos meses en su apartamento de Milán; su esposa, Jenni Dahlman, le acompaña a algunas carreras y en ocasiones incluso su padre viaja a ellas. Intenta que su vida privada no trascienda como en el pasado. Y trata de ser más amable tanto con Massa -en círculos íntimos, comenta que no hay diálogo con él- como con sus técnicos. Pero no lo tiene fácil. Ha ganado una carrera, ha conseguido otros dos podios y se consolida como el primer piloto del equipo. Pero, por el momento, sigue manteniendo un pulso con Massa para encontrar su lugar en Ferrari.

Felipe Massa encabeza el pelotón al inicio de la carrera.EFE

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