Una exposición reúne óleos y obras inéditas de Palomino en Jaén

La Diputación de Jaén acoge hasta el 28 de abril una muestra del pintor Carmelo Palomino Kayser (1952-2000), uno de los artistas contemporáneos más importantes de Jaén y uno de los pintores que mejor evocó el casco viejo y los personajes marginales de la capital jiennense. La muestra, 7 primaveras 7, está integrada por óleos y obras realizadas a pastel. La componen algunos de sus cuadros más conocidos del pintor jiennense, pero también obras inéditas.

Es la muestra más importante de Carmelo Palomino desde que hace seis años el Museo Provincial de Jaén acogiera su antología, que p...

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La Diputación de Jaén acoge hasta el 28 de abril una muestra del pintor Carmelo Palomino Kayser (1952-2000), uno de los artistas contemporáneos más importantes de Jaén y uno de los pintores que mejor evocó el casco viejo y los personajes marginales de la capital jiennense. La muestra, 7 primaveras 7, está integrada por óleos y obras realizadas a pastel. La componen algunos de sus cuadros más conocidos del pintor jiennense, pero también obras inéditas.

Es la muestra más importante de Carmelo Palomino desde que hace seis años el Museo Provincial de Jaén acogiera su antología, que permitió catalogar 750 obras del pintor que permanecían dispersas por distintas colecciones particulares. Destacan cuadros como los de la Plaza de Santa María (1998), El contrabajo (1990), Viernes Santo (1987), Pepinico (1995), la Capilla de San Fernando (1998) o las series dedicadas a Paquita, de los primeros años de la década de los ochenta.

De forma paralela a la exposición, cuya inauguración fue amenizada con la poesía de José Viñals, la Diputación de Jaén ha editado el libro El quinqué del agua, con poemas de Guillermo Fernández Rojano e ilustraciones Antonio López. Fernández Rojano cuenta que el pintor se quedó impresionado con la exposición fotográfica del granadino Antonio López sobre fuentes en La Alpujarra. Le gustaron tanto que hizo tres cuadros sobre estos manantiales de agua.

Poemas

Hace dos años, Fernández y López recordaron aquel hecho y decidieron recogerlo para siempre. "He intentado colocarme en el ojo de Carmelo, cómo él interpretaría plásticamente las imágenes, que era su manera de filtrar el mundo: a través de las emociones de una persona como él se configura un universo", cometa Fernández Rojano. También aparecen algunos poemas donde él habla, poemas elaborados a partir de notas que Antonio López le pasó de sus estancias con Carmelo en la Alpujarra, sus comentarios a ciertos paisajes, fuentes, arroyos, etc.. "No queríamos hacer un homenaje a Carmelo, sino un trabajo donde él estuviera presente, donde, de otro modo, se terminará la labor que él emprendió, en términos, si se quiere, poéticos".

Carmelo Palomino nació el 8 de febrero de 1952 en la calle Josefa Sevillanos de Jaén, fue el tercero de los cuatro hijos de de Rafael Palomino Gutiérrez, industrial de las artes gráficas y poeta, e Isabel Kayser Segovia. Sus primeros años transcurrieron en el caso viejo de Jaén, uno de los motivos centrales de su obra. Tras realizar estudios primarios en el colegio público Mariano Velasco, se marcha a la Universidad Laboral de Córdoba. En octubre de 1969 marcha a Valencia a estudiar la carrera de Bellas Artes. En el año 1980 viaja a Marruecos y se instala durante el verano en Río Martí. Muere en Granada el 5 de abril de 2000 por una neumonía.

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