Tranquilidad para el consumo humano

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Los pantanos de la cuenca del Guadalquivir se encuentran a poco más del 42% de su capacidad total, dos puntos por debajo del nivel que presentaban hace un año. Sin embargo, la situación es especialmente delicada en la cabecera de la cuenca, en la provincia de Jaén, donde los embalses están a una media del 22%, con algunos pantanos en situación de emergencia a poco más del 10%.

Con todo, desde la Confederación se indica que el abastecimiento a la población está garantizado al menos para los dos próximos años en términos generales, puesto que se tienen en cuenta todos los recursos de la cuenca. En el caso del Quiebrajano, que abastece a una población de 250.000 habitantes de la capital jiennense y de otra docena de pueblos de su área de influencia, cuenta con agua para apenas 100 días, por lo que la Confederación del Guadalquivir lo ha dejado de momento sin utilizar y ha recurrido como alternativa los sondeos de la Merced y del Mingo, además de estar explorando otros acuíferos.

Más pesimismo hay a la hora de afrontar los riegos agrícolas. Los regantes se han mostrado muy críticos con la dotación de riego aprobada por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir para esta campaña, con un volumen neto de 500 hectómetros cúbicos, lo supone una dotación que oscila entre los 1.000 y los 1.500 hectómetros metros cúbicos por hectárea. Sin embargo, desde la Confederación se indica que, si no cambia el mapa hídrico, habrá que tomar nuevas decisiones en el mes de mayo. La cuenca del Guadalquivir supone el 78% del regadío andaluz, con una capacidad de embalse de 6.921 hectómetros cúbicos.