Crítica:ROCK

Rock'n'roll

Ya no es que los norteamericanos Marah sean una de las más avasalladoras maquinarias de rock en directo con las que uno pueda toparse. Más bien se trata de que no entienden ninguna otra forma de abordar un escenario en la que no parezca que les va la vida en ello. Las valoraciones superlativas que avalan sus incendiarios directos pueden provocar la impresión de que estemos ante una banda sobreestimada, lo cual no deja de tener su lógica si se tiene en cuenta que sus prestaciones en escena acentúan casi hasta el infinito cualquier cosa que puedan registrar en sus grabaciones. Poco importa: lo s...

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Ya no es que los norteamericanos Marah sean una de las más avasalladoras maquinarias de rock en directo con las que uno pueda toparse. Más bien se trata de que no entienden ninguna otra forma de abordar un escenario en la que no parezca que les va la vida en ello. Las valoraciones superlativas que avalan sus incendiarios directos pueden provocar la impresión de que estemos ante una banda sobreestimada, lo cual no deja de tener su lógica si se tiene en cuenta que sus prestaciones en escena acentúan casi hasta el infinito cualquier cosa que puedan registrar en sus grabaciones. Poco importa: lo suyo es un combate cuerpo a cuerpo desde el primer minuto, sin tregua y sin tomar prisioneros por el camino, dinamizado por una exultante celebración del rock'n'roll que no entiende de medias tintas. Llevan ya dos giras por España repitiendo prácticamente el mismo repertorio, incrementando exponencialmente la legión de adeptos a su inquebrantable liturgia (no había más que comparar la media entrada en la misma sala en su concierto de hace menos de un año con el reventón del pasado viernes) y demostrando con creces que los elogios encendidos de Bruce Springsteen o Nick Hornby pronto deberían dejar de ser meras presentaciones al uso para introducirles al gran público. Imponen su férrea ley cuando quieren y como quieren.

Marah y Richmond Fontaine.

Marah: Dave Bielanko: voz y guitarra; Serge Bielanko: voz, guitarra y harmónica; Adam Garbinski: guitarra; Kirk Henderson: bajo; Christine Smith: teclados; Dave Peterson: batería. Wah Wah. Valencia, viernes 9 de marzo de 2007

El también norteamericano Willy Vlautin les precedió con una versión algo parca de su Richmond Fontaine, tan sólo sustentada en su quebrada voz, su guitarra acústica y la precisa pedal steel guitar de su partenaire. Suficiente para dejar constancia de la arenosa e inspirada prosa que vertebra sus notables composiciones -especialmente abundantes las de Thirteen cities, su última entrega-, directamente extraídas de las entrañas del medio oeste americano.

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