Crónica:Fútbol | Final de la Carling Cup

"Ha sido horrible"

Terry, capitán del Chelsea, inconsciente por una patada, salió del campo con oxígeno y un collarín tras 10 minutos de asistencia - P El central dejó el hospital para celebrar la victoria en la final, que acabó con Mourinho y Wenger frenando una tangana

La tensión, el drama y el fútbol a toque de corneta al que dieron vida ayer el Chelsea y el Arsenal en la final de la Carling Cup se reflejan en cuatro imágenes. Primera: John Terry, el capitán del Chelsea, trasladado primero en camilla y luego en ambulancia hasta el hospital universitario de Cardiff, inconsciente, tras protagonizar unos angustiosos minutos tendido sobre el césped, convertido en un guiñapo, desmadejado y asistido con una mascarilla de oxígeno tras recibir una espeluznante patada en plena cara. Segunda: Diaby, su involuntario agresor, que intentaba golpear el balón mient...

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La tensión, el drama y el fútbol a toque de corneta al que dieron vida ayer el Chelsea y el Arsenal en la final de la Carling Cup se reflejan en cuatro imágenes. Primera: John Terry, el capitán del Chelsea, trasladado primero en camilla y luego en ambulancia hasta el hospital universitario de Cardiff, inconsciente, tras protagonizar unos angustiosos minutos tendido sobre el césped, convertido en un guiñapo, desmadejado y asistido con una mascarilla de oxígeno tras recibir una espeluznante patada en plena cara. Segunda: Diaby, su involuntario agresor, que intentaba golpear el balón mientras Terry buscaba evitarlo, sustituido tres minutos después, incapaz de superar el trauma. Tercera: Arsène Wenger y José Mourinho, los entrenadores de los dos equipos, metidos en el campo intentando separar una tangana de sus jugadores, ya cuando el partido enfilaba el final, tras 102 minutos de juego. Y cuarta: Mikel, del Chelsea, caminando hacia el vestuario tan solo unos segundos antes que Tourè y Adebayor, del Arsenal, los tres expulsados en el minuto 90 de una final que ganó el Chelsea y dejó a los niños del Arsenal, los Wenger Babes, frustrados.

CHELSEA 2 - ARSENAL 1

Chelsea: Cech; Diarra, Terry (Mikel, m.63), Carvalho, Bridge; Makelele (Robben, m.45); Lampard, Ballack, Essien; Shevchenko (Kalou, m.98) y Drogba.

Arsenal: Almunia; Hoyte, Toure, Senderos, Traore (Ebour, m.67); Walcott, Fábregas, Denilson, Diaby (Hleb, m.68); Aliadiere (Adebayor, m.81) y Julio Baptista.

Goles: 0-1. M. 12. Theo Walcott. 1-1. M.20. Drogba. 2-1. M.88. Drogba.

Árbitro: Howard Webb. Expulsó a Mikel, del Chelsea; y a Adebayor y Toure, del Arsenal. Mostró tarjeta amarilla a Diarra, Carvalho, Lampard y Essien, del Chelsea; y a Denilson y Cesc, del Arsenal.

Más de 70.000 espectadores en el Millenium Stadium de Cardiff.

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"Quería darle a la bola, él puso su cabeza ahí y pasó eso...me asusté", reconoció Diaby. "Ha sido horrible. La Copa es para él, para John Terry", acertó a decir Lampard nada más acabar el partido, con su compañero todavía en el hospital. "Nos asustamos cuando vimos a Terry en el suelo, porque no sabíamos lo que le pasaba", coincidió Drogba, bigoleador ayer. "Creo que es una muestra de su carácter, de por qué es nuestro capitán y de por qué es el mejor", continuó cuando Terry ya había recibido el alta y estaba celebrando el título con los suyos. Fue toda una sorpresa: "Estuvo inconsciente un minuto y no recordaba nada de lo que había pasado después del desayuno", admitió el médico del Chelsea, que trató al central junto a los fisioterapeutas de los dos equipos finalistas. "Nos asustó mucho que perdiera la conciencia", reconoció Mourinho, su entrenador. "Por eso le sacamos del campo inmediatamente, para hacerle scanners. Lo más importante es que está bien".

Que el partido se fuera hasta los 102 minutos se explica por la lesión de Terry, que abandonó el campo con collarín. El central, operado este año de los dolores que le provocaba una de sus vértebras, fue atendido sobre el césped durante diez minutos, después de que sus compañeros pidieran asistencia médica con gestos desesperados. Su salida del partido se vivió entre los aplausos del público y fue observada desde la portería por su compañero Cech, que juega protegido con un casco tras sufrir una fractura de cráneo al chocar con un delantero. Con un toque premonitorio, el meta del Chelsea ya había avisado de que el juego se estaba volviendo cada vez más duro: "Algún día, todos los porteros tendrán que ponerse un casco".

Si dos jugadores resumieron la tangana final, esos fueron Cesc, -líder de un Arsenal con Baptista como titular y una media de 21 años y medio en el once- y Lampard, estrella del Chelsea. Se les vio empujándose, pellizcándose y tirándose de las camisetas. El árbitro les castigó con una tarjeta amarilla. "Intenté entrar para poner paz, pero la cosa se complicó y acabé viéndome envuelto. Es lo que pasa cuando quieres ganar", reflexionó luego Lampard en Sky Sports. "La gente puede decir que es decepcionante, pero cuando juegas una final a este nivel... esto demuestra cuánto queríamos ganarla". El mismo tipo de reflexión hizo Mourinho: "Demostramos carácter, aunque no creo que jugáramos un gran partido", dijo. "El Arsenal jugó bien. La pena es lo que pasó al final. No fue bonito. Los jugadores perdieron el control de sus emociones y por eso era importante estar allí e intentar ayudar al árbitro a controlar la situación".

A la izquierda, Diaby golpea a Terry en la cara. A la derecha, Mourinho, el entrenador del Chelsea, acompaña al central inglés, en camilla, con collarín y mascarilla de oxígeno.AP / REUTERS

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