Los sindicatos ponen en evidencia a Camps en el acto de la carrera profesional sanitaria

La foto de la firma de la carrera profesional de Sanidad le salió ayer cara al presidente de la Generalitat, Francisco Camps. Los sindicatos mayoritarios, CC OO y UGT, no se limitaron a alabar el acuerdo sino que mostraron su vertiente más reivindicativa al reclamar medios para resolver el colapso existente en las urgencias o medidas para garantizar la viabilidad del sistema sanitario público. La carrera profesional afecta a 14.500 empleados, fundamentalmente de personal no sanitario, y regula la progresión salarial de estos trabajadores vinculada al cumplimiento de objetivos.

El acuerd...

La foto de la firma de la carrera profesional de Sanidad le salió ayer cara al presidente de la Generalitat, Francisco Camps. Los sindicatos mayoritarios, CC OO y UGT, no se limitaron a alabar el acuerdo sino que mostraron su vertiente más reivindicativa al reclamar medios para resolver el colapso existente en las urgencias o medidas para garantizar la viabilidad del sistema sanitario público. La carrera profesional afecta a 14.500 empleados, fundamentalmente de personal no sanitario, y regula la progresión salarial de estos trabajadores vinculada al cumplimiento de objetivos.

El acuerdo ya fue anunciado en un acto celebrado en la Consejería de Sanidad el 6 de febrero. Pero un pacto sindical a menos de 100 días de las elecciones es una oportunidad de colgarse una medalla que no hay que dejar pasar. Algo así debió pensar el consejero de Sanidad, Rafael Blasco, que presentó en bandeja el acuerdo para que el presidente de la Generalitat sólo tuviera que posar y hacerse la foto rodeado de los representantes de los trabajadores.

La estampa era básicamente la misma que hace tres semanas, con los representantes de los sindicatos representados en la Mesa Sectorial: Cemsatse, UGT, CC OO, CSI-CSIF y SAE. Donde estaba Blasco, había que poner a Camps. En lugar de en la consejería, el acto se celebraría en un escenario más solemne: el Saló de Corts del Palau de la Generalitat. Además, había otra diferencia significativa. Como acostumbra hacer el presidente, no habría lugar para preguntas de prensa, sólo flashes.

Los comentarios amables de los sindicalistas se daban por hecho. Pero aquí es donde se rompió el guión.

Después de los agradecimientos de rigor de Cemsatse, CSI-CSIF y SAE, llegaron los del responsable de CC OO Arturo León, que pidió al Gobierno valenciano que respalde un pacto de Estado social y político para "garantizar la viabilidad del sistema sanitario público, que tiene problemas de suficiencia financiera". Tampoco olvidó los 6.300 contratos que están fuera de la plantilla de las instituciones sanitarias públicas, los 4.800 contratos de acumulo de tareas y los 1.500 contratos eventuales para hacer guardias. El representante de UGT Luis Lozano, dio un paso más y denunció que la Generalitat que no ha atendido las demandas sindicales de infraestructuras y plantillas de los servicios médicos de urgencias y por ello, aseguró, las urgencias de los hospitales están "colapsadas".

"Las palabras se convierten en firmas", comentó Camps, ajeno a las críticas. Sanidad destinará este año 9 millones de euros a este acuerdo que afecta a informáticos, trabajadores sociales, técnicos de laboratorio, radiología auxiliares de enfermería o celadores, entre otros