El coste de los errores para el SAS

"Se ponen de uñas cuando hablas de denunciar"

Rebeca Fuentes, malagueña de 26 años, se sometió en noviembre de 2000 a una operación de juanetes en el hospital Marítimo de Torremolinos. "Me metieron un montón de tornillos y me trastocaron una arteria, lo que me produjo una necrosis. Tenía unos dolores que me moría, pero pensaron que me quejaba porque era una floja y no me hicieron caso".

Los médicos vieron que la zona intervenida tenía "mal color", pero prefirieron, "esperar para delimitar el alcance de la necrosis, que, como era seca, creían que no se iba a extender". La joven fue enviada a casa por Navidad "con el dedo negro".
...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Rebeca Fuentes, malagueña de 26 años, se sometió en noviembre de 2000 a una operación de juanetes en el hospital Marítimo de Torremolinos. "Me metieron un montón de tornillos y me trastocaron una arteria, lo que me produjo una necrosis. Tenía unos dolores que me moría, pero pensaron que me quejaba porque era una floja y no me hicieron caso".

Los médicos vieron que la zona intervenida tenía "mal color", pero prefirieron, "esperar para delimitar el alcance de la necrosis, que, como era seca, creían que no se iba a extender". La joven fue enviada a casa por Navidad "con el dedo negro".

Tres operaciones después, a Rebeca hubo que amputarle el dedo gordo del pie izquierdo, lo que le ha impedido presentarse a las oposiciones a bombero.

"Los médicos no se portaron bien conmigo. Cuando hablas de denunciar se ponen de uñas", se queja. El SAS la va a indemnizar con 39.162 euros.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO