El espíritu 'red'

Jamie Carragher siempre lleva un libro en las manos. "Habré leído cientos. Incluso dos que no hablaban de fútbol", comenta. Y es capaz de recitar los resultados de las últimas 100 finales de la FA Cup, goleadores incluidos. "Sencillamente, ama el fútbol", resume Rafa Benítez, su entrenador, cuando se refiere al jugador al que sacó del lateral derecho y dio grandeza como central nada más llegar al Liverpool. "Tenías que verles", recuerda Herrera, hoy secretario técnico del Espanyol y ayer ayudante de Benítez en Anfield; "entre que Rafa no hablaba mucho inglés y Carra que es un ...

Jamie Carragher siempre lleva un libro en las manos. "Habré leído cientos. Incluso dos que no hablaban de fútbol", comenta. Y es capaz de recitar los resultados de las últimas 100 finales de la FA Cup, goleadores incluidos. "Sencillamente, ama el fútbol", resume Rafa Benítez, su entrenador, cuando se refiere al jugador al que sacó del lateral derecho y dio grandeza como central nada más llegar al Liverpool. "Tenías que verles", recuerda Herrera, hoy secretario técnico del Espanyol y ayer ayudante de Benítez en Anfield; "entre que Rafa no hablaba mucho inglés y Carra que es un scouser, las charlas iniciales acababan con medio equipo muerto de risa porque discutían pese a defender la misma postura, cada uno en su idioma". "Gracias a Rafa comprendí los conceptos tácticos del juego", reconoce Carragher. "Carra es el espíritu del equipo. El Liverpool es él", dice Benítez.

"Un scouser es el típico personaje nacido en Liverpool", aclara Xabi Alonso, que asegura que Carra "es el alma del equipo y un enamorado de Villa y Xavi". Los scousers son rudos, bromistas, con unos principios básicos inquebrantables y hablan un inglés que sólo entienden ellos. "Y Carra es scouser por los cuatro costados", asume Luis García al tiempo que Gerrard le señala como el responsable de que el Liverpool ganara la quinta Copa de Europa. "Su segunda parte en la semifinal contra el Chelsea es la mayor demostración de poder que haya visto jamás en un campo", dice Gerrard; "gracias a él llegamos a la final". En ella volvió a ser decisivo. Cuando iba a empezar la tanda de penaltis, se acercó a Dudek: "¡Jerzy!, remember Bruce [Grobbelar]", le dijo recordando al portero la actuación del guardameta zimbabuense que en Roma se movió sobre la línea en la tanda de penaltis distrayendo a los italianos y alcanzando el máximo trofeo europeo en 1984.

Nacido en Bootley, un barrio a las afueras de Liverpool, en 1978, Carragher simboliza "la raza y el carácter del Liverpool", apunta Rush, ex jugador red. "Es un pesado. En el campo grita, manda, ordena. ¡No se calla! Apaga todos los fuegos", advierte Arteta aportando la visión del Everton. De hecho, Mr. Consistente, como le llama Riise, era del Everton de niño y, después de un año en las divisiones inferiores del Liverpool, se puso la camiseta blue. "Fue lo que necesitaba para entender la grandeza de los reds. Pedí perdón y volví a casa", recuerda. Dalglish, mítico ex jugador y técnico del Liverpool, nunca le perdonó su pasado en Goodison y le bautizó como Sharpy en honor de Graeme Sharp, 9 del Everton. Pero su ídolo fue John Barnes y su estadio preferido el Camp Nou.

Carragher ha superado los 400 partidos de Liga y jugado diez finales. En 2006 recibió el premio al ciudadano del año. Perotiene un dudoso honor: es el jugador que más goles se ha metido en su portería en Anfield: cinco.