Los interrogatorios ilegales de la policía española

Garzón asegura que los agentes no hicieron nada ilegal con los reclusos

El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón aseguró ayer que no le consta que los policías españoles que viajaron a la base estadounidense de Guantánamo durante el Gobierno de José María Aznar hicieran nada ilegal y, además, explicó que realizaron esta visita "con la autorización del Ministerio (del Interior) para cumplir una actividad de inteligencia".

Ésta es la versión difundida ayer por el periodista Luis del Olmo (Punto Radio) y que atribuyó al entorno de Garzón. Según esta explicación, recogida por Europa Press, el juez, tal y como consta en el sumario, sólo llamó a los agent...

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El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón aseguró ayer que no le consta que los policías españoles que viajaron a la base estadounidense de Guantánamo durante el Gobierno de José María Aznar hicieran nada ilegal y, además, explicó que realizaron esta visita "con la autorización del Ministerio (del Interior) para cumplir una actividad de inteligencia".

Ésta es la versión difundida ayer por el periodista Luis del Olmo (Punto Radio) y que atribuyó al entorno de Garzón. Según esta explicación, recogida por Europa Press, el juez, tal y como consta en el sumario, sólo llamó a los agentes para que le informaran de lo que habían visto en Guantánamo.

Garzón agrega que no podía detener a los policías "porque fueron con la autorización del Ministerio (del Interior) para cumplir una actividad de inteligencia similar a la que han hecho otros países", y, por tanto, afirma, "no cometieron ninguna ilegalidad".

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"No consta"

Tras recordar que hablaron con los presos "por voluntad de éstos", el juez expone que sólo habrían "cometido un delito" si "les hubieran coaccionado o torturado para que hablaran o si se hubieran utilizado las declaraciones en su contra".

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"No consta que esto fuera así, sino más bien al contrario. Se informaron de su situación, porque no olvidemos que el juez había pedido la extradición de cuatro detenidos. Pero como estaban retenidos por un tribunal militar, EE UU no dio permiso", aduce el juez.

En este sentido, recuerda que a dos de los detenidos cuya extradición había sido solicitada los "soltaron en 2003, por las buenas relaciones" de José María Aznar con las autoridades estadounidenses. "Y en el 2005, ya con Zapatero, fue como expulsión, no como extradición", añade.

El juez, que concluye que con todo este asunto se ha "hecho una tormenta en un vaso de agua", pone fin a su nota destacando que "todavía quedan dos presos españoles" en la base que Estados Unidos tiene en la isla de Cuba.

El día anterior, Garzón había desmentido, en declaraciones a EL PAÍS, la versión del PP, quien sostenía que los policías habían viajado "con el conocimiento del juez". "Nunca hubo petición ni autorización de los policías para ir a Guantánamo, ni hubo autorización, y la información del viaje la tuve a posteriori", declaró el juez de la Audiencia Nacional.

El juez, que ahora asegura que no se cometió ninguna ilegalidad, señaló en un auto de 12 de julio de 2004 "las condiciones absolutamente contrarias al ordenamiento jurídico español e internacional en las que se encontraban todas las personas privadas de libertad en aquella base norteamericana".

Los interrogatorios no sirvieron como prueba contra el ceutí Hamed y el marroquí Ikassirin. El Tribunal Supremo consideró que no eran válidos porque se hicieron "sin previa información de derechos, sin asistencia letrada y sin autorización ni mandato de la autoridad judicial española".

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