Reportaje:

Paz interna en el PSPV a cambio de poder

Las buenas expectativas electorales permiten a los socialistas valencianos cerrar sus candidaturas en un clima de tranquilidad

El proceso de confección de listas electorales nunca es fácil. La posibilidad de un vuelco político el 27 de mayo ha actuado de bálsamo entre los socialistas valencianos, que cierran estos días sus carteles electorales en un escenario de paz interna. Las expectativas electorales han atemperado los ánimos y facilitado una renovación de listas más profunda en unas plazas que en otras. Castellón, con Juan María Calles, y Alicante, con Etelvina Andreu, han apostado por renovar casi toda la candidatura. Valencia fía, sin embargo, casi todo su tirón a su cabeza de lista, Carmen Alborch.

Un 70...

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El proceso de confección de listas electorales nunca es fácil. La posibilidad de un vuelco político el 27 de mayo ha actuado de bálsamo entre los socialistas valencianos, que cierran estos días sus carteles electorales en un escenario de paz interna. Las expectativas electorales han atemperado los ánimos y facilitado una renovación de listas más profunda en unas plazas que en otras. Castellón, con Juan María Calles, y Alicante, con Etelvina Andreu, han apostado por renovar casi toda la candidatura. Valencia fía, sin embargo, casi todo su tirón a su cabeza de lista, Carmen Alborch.

Un 70% del comité municipal respaldo la candidatura de Alborch y Rafael Rubio la pasada semana. El 30% restante castigó la falta de más renovación y que el grupo del presidente del PSPV de Valencia, José Luis Ábalos, conservara sus puestos en la lista -todos de elección segura- frente al sacrificio que les ha tocado hacer al resto de familias políticas.

La aportación más personal de Calles fue el fichaje de dos mujeres independientes
"Alborch es el impulso, la cara y el 70% de la lista de Valencia", opina un concejal
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El cartel socialista de Valencia es de las tres capitales, el menos renovado. Alborch, Ana Botella y Vicente González Móstoles son junto a Pilar Calabuig y Julio Such -estos dos últimos cargos orgánicos- los únicos cambios de los 12 ediles. Pese a lo que pueda parecer, la candidata -una apuesta de Moncloa- se ha convertido en un acicate para la candidatura. "Podemos hacer una buena campaña porque [Alborch] ejerce un liderazgo potente. Es el impulso, la cara y el 70% de la candidatura", opina un concejal de la ciudad.

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En aras de una candidatura más conectada con la sociedad, Alborch ha incorporado en puestos simbólicos de la lista -los últimos nueve- a personas procedentes del mundo del diseño, de la abogacía, del urbanismo, de los servicios sociales o del medio ambiente. Una ex alcaldesa cierra la lista. El resto de la candidatura "es una combinación de gente decididamente solvente con otra manifiestamente mejorable", opina otro cuadro medio del partido.

En Alicante, los socialistas han logrado combinar el deseo del secretario local del partido, Roque Moreno, de contar con todas las sensibilidades políticas, con el objetivo de la nueva candidata Etelvina Andreu de ofrecer una imagen de renovación. Al final, de los 12 ediles socialistas en el Ayuntamiento sólo repiten dos, el resto son nuevos, si bien algunos representan a sus correspondientes familias. El proceso ha sido tranquilo, pero ha irritado al actual equipo de concejales. De hecho, en la asamblea que celebraron los socialistas el pasado fin de semana la lista recibió sólo el apoyo del 60% de los asistentes. "Votar en secreto en la asamblea deja libertad, y en esta lista hay muchos damnificados", comenta un futuro concejal.

La dirección actual del PSPV estima que a medida que la militancia vaya conociendo la "capacidad y las cualidades" de la candidatura irán cambiando de opinión. "Hemos hecho borrón y cuenta nueva, y la hemorragia la hemos tapado con tirita", ironizaba uno de los colaboradores de la candidata a la alcaldía. Sin embargo, el principal punto flaco de este equipo es su inexperiencia política y su escaso conocimiento mutuo. No es un equipo de gran proyección social, pero es gente preparada y eficaz, aseguran sus mentores.

Los socialistas basarán su campaña en los barrios de Alicante para intentar movilizar a su electorado y así conseguir arrebatar al PP la mayoría absoluta. La imagen de cambio y nuevos protagonistas se ha conseguido, ya que dirigentes como Ángel Franco, Blas Bernal o Antonio Garcia Miralles pasan a un discreto segundo plano. "Será la primera campaña sin Franco en primera línea. ¡A ver qué pasa!", exclama una militante con cierta experiencia que reconoce la habilidad de ex senador para llenar autobuses y movilizar a los militantes.

En Elche, la candidatura del PSPV ha cambiado a su cabeza de lista, informa Cristina Medina. Después de tres legislaturas siendo alcalde Diego Macià, presidente del PSPV, éste le ha dado el relevo a Alejandro Soler, de 34 años, secretario local del partido y conocido como delfín de Macià. Soler ha formado su propio equipo de trabajo en el que participan activamente los más jóvenes del partido, pero para la lista ha preferido no hacer grandes cambios, sabedor de que ya es un gran cambio él mismo como candidato a la alcaldía. De los 15 concejales que el PSPV tiene, sólo hay cuatro bajas, el propio Macià, el concejal de Recursos Humanos Carlos Gosálbez, que ha pedido no continuar, la concejala de Cooperación, María Carmen Bueno, y la concejala de Servicios Francisca Sabater, cuya familia mantiene un recurso contra el Ayuntamiento por la propiedad de unos terrenos, una situación que resultó incomoda para su partido y que ahora ha pasado factura. El resto son ya concejales. Junto a ellos, los hombres fuertes del candidato, Federico Buyolo, concejal de Calidad Urbana, Alejandro Pérez, Concejal de Juventud y Deportes y José Manuel Sánchez, concejal de Cultura. Y se incorporan otros nombres como Blanca González, presidenta de la Federación Local de APA, o José Miguel Masanet, presidente de Joves Socialistas d'Elx.

En Castellón, el cabeza de lista Juan María Calles ha tenido total libertad para confeccionar la lista, condición con la que accedió a pugnar por la alcaldía. El ahora subdelegado del Gobierno ha tenido en cuenta al grupo que le ha apoyado desde su designación, el nacionalista, pero ha dado cabida a personas cercanas a otros sectores de la agrupación local que, en algún caso, se situaban en el lado más crítico al nuevo candidato. Pese a la útil experiencia de algunos ediles de la actual Corporación, a Calles no le ha temblado el pulso a la hora de prescindir de todos. De todos, excepto de Juli Domingo que, además de ser la cara del sector nacionalista, es secretario general de la agrupación local. Calles se asegura con Domingo el apoyo de la dirección local, tal como quedó patente en la asamblea que respaldó la lista.

La aportación más personal de Calles a la lista fue el fichaje de dos mujeres independientes, muy imbricadas en la sociedad castellonense: Elvira Fayos, que pertenece a una familia propietaria de una popular cadena de perfumerías local, e Inmaculada Enguídanos, profesionalmente dedicada a temas de empleo y personalmente relacionada, aunque indirectamente, con el vicepresidente del Consell y secretario general del PP de Castellón, Víctor Campos.

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