LA CAMPAÑA

Chapapote y chapapopito. Sin ocultar cierta animosidad revanchista, los populares anunciaron el martes pasado que iban a liar con el vertido del mercante panameño Sierra Nava un barullo similar al que se organizó con la catástrofe del Prestige en Galicia. Puede que de tanto manifestarse bandera en mano se hayan quedado ya sin fuelle, o que la comparación de proporciones y consecuencias entre uno y otro suceso resultara demasiado forzada. El caso es que Ángel Acebes y Javier Arenas consiguieron ayer un aforo escaso. La Policía Local de Algeciras dice que fueron 150 personas, los o...

Chapapote y chapapopito. Sin ocultar cierta animosidad revanchista, los populares anunciaron el martes pasado que iban a liar con el vertido del mercante panameño Sierra Nava un barullo similar al que se organizó con la catástrofe del Prestige en Galicia. Puede que de tanto manifestarse bandera en mano se hayan quedado ya sin fuelle, o que la comparación de proporciones y consecuencias entre uno y otro suceso resultara demasiado forzada. El caso es que Ángel Acebes y Javier Arenas consiguieron ayer un aforo escaso. La Policía Local de Algeciras dice que fueron 150 personas, los organizadores, que mil. Los observadores, que sobre 500. En definitiva, pocos.

El deporte se apunta al 'sí.' El mundo del deporte andaluz no

ha querido permanecer impasible y se ha mojado. 133 deportistas de élite, figuras, ex figuras y cargos de todo pelaje han firmado un manifiesto por el sí . Fermín Cacho, Belén Recio, Beatriz Manchón,Paquillo Fernández o Rafael Gordillo son algunos. También están Manuel Ruiz de Lopera y José María del Nido.

Cifras que se caen. El argumento más vigoroso que llevan los andalucistas contra el Estatuto -y que el resto de los partidos califican de desbarro- es que Andalucía va a perder 60.000 millones de euros (10 billones de pesetas). Lo han escrito en una valla que colocan detrás de Julián Álvarez en calles y plazoletas. Mientras hablaba ayer en Jaén, el viento sopló más de la cuenta y la cifra se vino abajo. Es la segunda vez que les fallan las cuentas. Al tercer día de campaña, la caravana se tuvo que dejar en Almería unos enormes números verdes de poliespán, de metro y medio de altura, porque no cabían en el autobús.