Amal Murkus y Anouar Brahem, música para el diálogo

Amal Murkus (Galilea, 1968) presentó anoche en el teatro de la Zarzuela la esencia de su voz y música palestina, con un mensaje claro: "En esta etapa poco agradable del mundo, con tantas injusticias, cantar en la Casa Árabe de Madrid es un punto de luz, y además da legitimidad a mi trabajo". Su sueño comenzó en 1998, cuando fue la primera cantante palestina que grababa un disco con un sello israelí. Nadie apoyaba el proyecto, y todavía hoy tiene dificultades para encontrar compositores y distribuir sus dos discos: Amal (1998) y Shawq (2004). Sin embargo, se ha convertido en un éx...

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Amal Murkus (Galilea, 1968) presentó anoche en el teatro de la Zarzuela la esencia de su voz y música palestina, con un mensaje claro: "En esta etapa poco agradable del mundo, con tantas injusticias, cantar en la Casa Árabe de Madrid es un punto de luz, y además da legitimidad a mi trabajo". Su sueño comenzó en 1998, cuando fue la primera cantante palestina que grababa un disco con un sello israelí. Nadie apoyaba el proyecto, y todavía hoy tiene dificultades para encontrar compositores y distribuir sus dos discos: Amal (1998) y Shawq (2004). Sin embargo, se ha convertido en un éxito de ventas. ¿Su secreto? Una voz que ha sido considerada por la crítica como la "más bella del siglo XX".

En el concierto inaugural de la Casa Árabe también participó el compositor Anouar Brahem (Túnez, 1957).

Maestro del laúd y heredero del mítico Alí Sriti, las influencias orientales de Brahem se integran en el jazz contemporáneo, como demostró anoche con el trío Astrakán Café, nombre del disco que editó en el año 2000.

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