Fracasa la reforma del Estatuto

Quintana: "El estatuto de nación tendrá que esperar"

Quintana subraya que el desacuerdo no se limitaba sólo a la identidad de Galicia

"Tengo para mí que durante las seis horas que duró la reunión", explicó Anxo Quintana, al término de la entrevista a tres bandas, estuvo presente "una situación política que no nos compete, que se está dando en Madrid con una nivel de confrontación y virulencia que no favorecen el acuerdo". De otro modo, señaló el portavoz del BNG, "con la variedad de propuestas que llegaron a estar sobre la mesa, hubiese sido posible alcanzar un acuerdo".

El líder d los nacionalistas lamentó que Galicia deba esperar a "otro momento político" para conseguir su "Estatuto de nación". La demora condena a...

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"Tengo para mí que durante las seis horas que duró la reunión", explicó Anxo Quintana, al término de la entrevista a tres bandas, estuvo presente "una situación política que no nos compete, que se está dando en Madrid con una nivel de confrontación y virulencia que no favorecen el acuerdo". De otro modo, señaló el portavoz del BNG, "con la variedad de propuestas que llegaron a estar sobre la mesa, hubiese sido posible alcanzar un acuerdo".

El líder d los nacionalistas lamentó que Galicia deba esperar a "otro momento político" para conseguir su "Estatuto de nación". La demora condena a los gallegos a perder "una oportunidad inmejorable" que no se repetirá "hasta que cambie la situación política".

Quintana detalló cómo a lo largo de las seis horas de negociación fue aceptando, a pesar de sus reservas, la propuesta de consenso formulada por el presidente de la Xunta. No era buena, explicó, "distaba mucho de la del BNG" y necesitaba ser matizada. Pero la aceptó como punto de encuentro de todas las fuerzas políticas para que Galicia conservase el estatus político de igualdad que tenía hasta ahora con Cataluña.

Las cesiones de Quintana se produjeron tanto en materia de identidad nacional como en lo que se refiere al régimen jurídico del gallego y la financiación autonómica.

"Para el BNG", razonó, "es muy importante un Estatuto de nación, pero más aún lo es comportarnos como una nación. En eso se basó la decisión de aceptar las propuestas del presidente".

Quintana llegó incluso a renunciar a que el Estatuto refleje el porcentaje de cesión del IRPF, el IVA y los impuestos especiales que reclamaba en un principio su formación.

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Por buscar algo positivo, el líder nacionalista señaló que, al menos, todo el mundo sabe ahora cuáles son las posiciones que defienden los demás interlocutores. Y se mostró vagamente esperanzado en que, "quizás, cuando cambie la situación política sea posible retomar la reforma".

En cualquier caso, Quintana no quiso considerar el fracaso de la reforma como algo achacable al Gobierno de la Xunta porque no era uno de los objetivos fundamentales del pacto suscrito con los socialistas. "El BNG se tomó en serio la reforma del Estatuto y lo ha demostrado", concluyó el vicepresidente, que subrayó que el problema para el acuerdo no se limitaba exclusivamente a la definición de la identidad nacional de Galicia.

El futuro de la reforma del Estatuto de Galicia queda ahora postergado a un calendario impredecible, condicionado a un futuro clima de consenso no sólo en Galicia, sino también en Madrid, y a un proceso de discusión del texto acordado, si algún día se produce un acuerdo, que en las Cortes generales tendría que hacer cola hasta la discusión de los proyectos de otras comunidades autónomas.

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