El Getafe pide a la afición que denuncie a los racistas

A Ángel Torres, presidente del Getafe, le "hirvió la sangre" cuando tuvo conocimiento de los gritos simiescos con que un grupo de aficionados increpó el miércoles a Miguel, lateral negro del Valencia. Mediada la segunda parte, un encontronazo entre Paunovic y el jugador portugués soliviantó a un sector de la grada lateral general, todos abonados, de tal modo que el árbitro, Rodríguez Santiago, reclamó la intervención de Jesús Mantilla, el delegado de campo.

El vídeomarcador del Coliséum Alfonso Pérez emitió el lema No al racismo, acompañado de una mano blanco y otra negra estrech...

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A Ángel Torres, presidente del Getafe, le "hirvió la sangre" cuando tuvo conocimiento de los gritos simiescos con que un grupo de aficionados increpó el miércoles a Miguel, lateral negro del Valencia. Mediada la segunda parte, un encontronazo entre Paunovic y el jugador portugués soliviantó a un sector de la grada lateral general, todos abonados, de tal modo que el árbitro, Rodríguez Santiago, reclamó la intervención de Jesús Mantilla, el delegado de campo.

El vídeomarcador del Coliséum Alfonso Pérez emitió el lema No al racismo, acompañado de una mano blanco y otra negra estrechando las palmas. "La gente aplaudió cuando vio el mensaje; eso confirma que fueron cuatro energúmenos, un hecho aislado... Más no podemos hacer", recalca Torres. Hace tres años, el 27 de noviembre de 2004, los apenas 50 integrantes de los Comandos Azules se ensañaron con la piel de Eto'o. Aunque fue el damnificado más relevante y con más eco mediático, no fue el primer damnificado: a Sissoko le pitaron los oídos por el mismo motivo, precisamente en la visita del Valencia, tres jornadas antes. "Lo que pasó en Getafe son cosas que no deben suceder", apostilló Eto'o días después de las afrentas verbales. Pero la historia se repitió la campaña siguiente, con una multa de 3.000 euros para el equipo del sur de Madrid.

Los Comandos Azules emitieron ayer un comunicado para exculparse de toda sospecha: "En ningún momento realizamos sonidos simiescos o racistas y nos desmarcamos de ellos, sabiendo que pueden perjudicar al club". Los ultras del Getafe, además, inciden en que "no hubo ningún tipo de incidentes similares ante el Barcelona, el Betis y otros equipos con jugadores de color".

Puestos a buscar excusas, el centrocampista Nacho optó por la versión tradicional, que los gritos xenófobos no tienen más intención que descentrar al rival. "En mi opinión no son racistas, se hacen para sacar al rival del partido". El mandatario del Getafe lo tiene más claro: "Mientras sea el presidente esa gentuza, cuando sepamos quiénes son, no entrará en el estadio". Para localizarles, Torres solicita "que los espectadores del entorno se los señalen a las fuerzas del orden".

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