El acceso a la vivienda ya es el problema más grave para los catalanes

Ni la inseguridad ni la inmigración. El principal problema de los catalanes es la vivienda. O mejor dicho, la carestía de ésta. Así lo refleja el barómetro de la Generalitat hecho público ayer en el que por primera vez el acceso a la vivienda se refleja como el primer problema de Cataluña y desplaza a un segundo plano la inmigración y el paro. En clave más política el barómetro refleja un aumento de la insatisfacción política, sobre todo entre los electores de Convergència i Unió.

Realizado entre el 6 y el 20 de noviembre a partir de 2.200 entrevistas telefónicas, el barómetro de noviem...

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Ni la inseguridad ni la inmigración. El principal problema de los catalanes es la vivienda. O mejor dicho, la carestía de ésta. Así lo refleja el barómetro de la Generalitat hecho público ayer en el que por primera vez el acceso a la vivienda se refleja como el primer problema de Cataluña y desplaza a un segundo plano la inmigración y el paro. En clave más política el barómetro refleja un aumento de la insatisfacción política, sobre todo entre los electores de Convergència i Unió.

Realizado entre el 6 y el 20 de noviembre a partir de 2.200 entrevistas telefónicas, el barómetro de noviembre es la primera encuesta oficial hecha pública tras el acuerdo para la formación del nuevo Gobierno de las izquierdas. Y, si bien muestra cierta satisfacción entre los ciudadanos próximos a estos partidos, lo que más sobresale es el enfado del electorado convergente ante la incapacidad de los dirigentes de su partido para formar Gobierno. Y este enfado, traducido en desencanto con la política en general, impregna el conjunto del barómetro.

La insatisfacción con la política se dispara en el barómetro de la Generalitat
La dificultad de encontrar casa desplaza al paro y la inmigración en la lista de preocupaciones

Cambian también las preocupaciones. Al preguntarse a los ciudadanos cuáles son los principales problemas de Cataluña estos citan repetidamente la inmigración, el acceso a la vivienda, el paro y la insatisfacción con la política. Pero al preguntárseles cuál de éstos es el gran problema de Cataluña, el 21% apunta a la vivienda y el 17,8% a la inmigración. La vivienda, pues, se sitúa en el primer lugar de la lista de preocupaciones de los ciudadanos.

"Terremoto" poselectoral

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El director del Centro de Estudios de Opinión de la Generalitat y responsable del barómetro, Gabriel Colomé, recordó ayer que la encuesta se hizo en un momento clave para la vivienda: la celebración del Salón Meeting Point y de múltiples manifestaciones ciudadanas contra la especulación y en favor del derecho a la vivienda digna. Sin embargo, en el anterior barómetro, realizado hace un par de meses, el acceso a la vivienda sólo era apuntado como el principal problema por el 14% de los encuestados, siete puntos menos que ahora.

Aparte de la vivienda, sube con fuerza otro problema: la insatisfacción con la política. Tradicionalmente este punto ha ocupado en los barómetros de la Generalitat el noveno o décimo puesto. Ahora ha alcanzado la sexta posición y es visto como un problema por el 15,7% de los ciudadanos frente al 10,7% que lo citaba en octubre.

Éste no es el único indicador que refleja un incremento del malestar. En el apartado de valoración de los líderes políticos y, por primera vez desde hace un año, la nota media no alcanza el aprobado. Por eso, Colomé no dudó ayer en enmarcar el barómetro en lo que denominó "terremoto" poselectoral.

Analizando los entresijos de la encuesta se observa como el gran descontento de los votantes de CiU y, en menor medida del Partido Popular, hacen subir las cifras globales de descontento. Así, la insatisfacción con la política es un problema citado por el 25% de quienes afirman haber votado a CiU y sólo por el 11% que apoyaron al PSC en las últimas elecciones. Esta insatisfacción sólo se hace latente entre el 7% de los votantes de Iniciativa.

La simpatía de CiU

Los votantes de Convergència i Unió y del Partido Popular son también los que peor valoran la actual situación económica y los que más pésimas ven las perspectivas de futuro. Son también los que más militantes de su causa política se muestran en las preguntas de la encuesta. Eso hace que CiU supere por primera vez al PSC como el partido que recoge más "simpatía" y como el partido que mejor puede solucionar los problemas de los catalanes.

En el apartado referido a intención de voto Convergència i Unió alcanza una ventaja sobre el PSC nunca vista en los últimos cinco años en los barómetros. Ni más ni menos que 5,5 puntos de ventaja le sacan los nacionalistas a los socialistas. En la anterior encuesta la ventaja de CiU era de 1,8 puntos. A esta situación se ha llegado después de que los socialistas bajaran 2,5 puntos en intención de voto y los nacionalistas subieran 1,2 puntos. Esquerra Republicana, con un 11% se mantiene práticamente igual que en el anterior sondeo. No así Iniciativa per Catalunya, que suma dos puntos más.

La sorpresa la da Ciutadans-Partido de la Ciudadanía, que con una intención de voto del 4,4% supera al Partido Popular en tres décimas. Colomé relativizó esta cifra recordando el alto índice de voto oculto que suele tener el PP en Cataluña y que hace difícil predecir el comportamiento de sus votantes. Esto, sin embargo, no rebajó la euforia de los dirigentes de Ciutadans, que no dudaron en convocar una conferencia de prensa para evaluar la encuesta a las cuatro de la tarde cuando ésta ni siquiera se había presentado.

Gabriel Colomé también relativizó el conjunto de resultados referidos a intención de voto y no dudó en calificar de "sobredimensionados" los resultados de CiU y de Ciutadans. Los primeros por la "frustración" de sus votantes y, los segundos, por la "euforia" de los seguidores de Albert Rivera tras lograr tres escaños en el Parlament.

El PP, Ciutadans y la derecha

En una escala del 1 al 10 en la que 1 representa la extrema izquierda y 10, la extrema derecha, los catalanes sitúan al Partido Popular en el 8,03. Este indicador refleja también que Ciutadans, el partido impulsado por Albert Boadella, entre otros, es percebido por la opinión pública como un partido de centroderecha y alejado del perfil liberal-social demócrata que dicen defender sus impulsores.

Concretamente, el conjunto de los encuestados sitúan a Ciutadans en el 6,57 de la citada escala. Además, el 12% de quienes admiten haber votado al PP aseguran ahora que votarían a Ciutadans de repetirse las elecciones.

De nuevo en la escala derecha-izquierda, Convergència i Unió estaría en el 6,01, algo más a la derecha de lo que es habitual en la federación nacionalista según hizo notar Colomé. En el ámbito de las izquierdas es Esquerra Republicana la que se sitúa en una posición más extrema (3,17), seguida de Iniciativa (3,56) y del PSC (4,38).

El capítulo de valoración de líderes lo encabeza Artur Mas (5,44) seguido de Josep Antoni Duran (5,40) y de Pasqual Maragall (5,36). José Montilla, que esta vez logra el aprobado (5,04), ocupa el séptimo puesto.

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