Relacionan con el submarino de Vigo a narcos con antecedentes

Casi tres meses después de que miembros de la Guardia Civil localizaran en la ría de Vigo un sumergible que presuntamente iba a ser empleado por narcotraficantes para introducir droga en Galicia, ocho personas fueron detenidas en las últimas horas como resultado de las investigaciones realizadas tras este hallazgo, cuatro de ellas en la provincia de Pontevedra. La mayor parte de los detenidos son personas con antecedentes penales por narcotráfico.

Según fuentes del Ministerio del Interior, el máximo responsable de la construcción de la nave sería Manuel Clemente Groba, de 51 años, vecin...

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Casi tres meses después de que miembros de la Guardia Civil localizaran en la ría de Vigo un sumergible que presuntamente iba a ser empleado por narcotraficantes para introducir droga en Galicia, ocho personas fueron detenidas en las últimas horas como resultado de las investigaciones realizadas tras este hallazgo, cuatro de ellas en la provincia de Pontevedra. La mayor parte de los detenidos son personas con antecedentes penales por narcotráfico.

Según fuentes del Ministerio del Interior, el máximo responsable de la construcción de la nave sería Manuel Clemente Groba, de 51 años, vecino de Gondomar, con antecedentes penales, al igual que Francisco Omil Navaza, de 46 años, vecino de Ponteareas. Anteriormente implicado en operaciones de narcotráfico. En Vigo también fue arrestado Juan José Iglesias Fernández, de 59 años, y en el municipio de Arbo José Manuel González, de 30 años.

Los detenidos en Galicia, junto a los otros cuatro arrestados en Sevilla, Tarragona, Madrid y Málaga, forman parte de una banda de presuntos transportistas de cocaína, según la investigación que coordinó el recién creado Centro Nacional de Inteligencia contra el Crimen Organizado (CICO) y en la que participaron unidades de la policía y agentes de la Guardia Civil y de Vigilancia Aduanera.

Las circunstancias que rodearon la localización del batiscafo en agosto pasado en Punta Borneira, en la boca norte de la ría de Vigo, es para los investigadores una prueba irrefutable de que se iba a realizar un transporte de droga justo en el momento en que intervino la patrullera de la Guardia Civil, lo que frustró la operación. De hecho, la nave tenía encendidos los motores y los depósitos llenos, con unos 4.400 litros de carburante

Escasa autonomía

La investigación se inició cuando se realizaban los últimos trabajos de construcción del sumergible en Gondomar. De 11 metros de eslora y dos de manga, tiene el casco de acero y dispone de escasa autonomía de funcionamiento, no más allá que para servir de apoyo a una lanzadera que alije la droga a un barco nodriza y desembarcarla en tierra.

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De construcción completamente artesanal, este sumergible puede navegar a escasos dos metros de profundidad y con un solo tripulante a bordo. En su interior cuenta con diversos elementos electrónicos de comunicaciones. Dispone de tres hélices y tres motores, dos eléctricos y uno de explosión. Los agentes también intervinieron un velero que navegaba próximo al submarino en labores de apoyo

Al cierre de esta edición se desconocía el resultado de los interrogatorios de, al menos, dos de los detenidos en Pontevedra que pasaron a disposición judicial a última hora de la tarde de ayer ante el juzgado de instrucción número uno de Vigo, que dirigió las investigaciones.

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