Crítica:JUEGOS

Hay que ganarse el respeto de 'Los Santos'

Chulear prostitutas, apalear a traficantes, hacerse tatuajes, comprar alcohol, secuestrar a inocentes, robar a punta de pistola y participar en carreras ilegales. No se trata del último éxito de taquilla, sino de Saints Row para Xbox 360, un videojuego destinado a público adulto, pero que a pesar de ello seguramente acabará siendo víctima de algún estudio que advierta de la peligrosidad de este tipo de entretenimiento. Llega el primer clon de Grand Theft Auto de la nueva generación. Volition se ha pasado tres años para lanzar este gigantesco título que ofrece juego emergente, es ...

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Chulear prostitutas, apalear a traficantes, hacerse tatuajes, comprar alcohol, secuestrar a inocentes, robar a punta de pistola y participar en carreras ilegales. No se trata del último éxito de taquilla, sino de Saints Row para Xbox 360, un videojuego destinado a público adulto, pero que a pesar de ello seguramente acabará siendo víctima de algún estudio que advierta de la peligrosidad de este tipo de entretenimiento. Llega el primer clon de Grand Theft Auto de la nueva generación. Volition se ha pasado tres años para lanzar este gigantesco título que ofrece juego emergente, es decir, que no tiene un desarrollo lineal y que se puede elegir libremente qué hacer en cada momento en un entorno vivo.

Título: 'Saints Row'

Desarrolla: Volition

Distribuye: THQ

Plataforma: Xbox 360

Género: Acción

Recomendado: Mayores de 18

Precio: 70 euros

Internet: www.saintsrow.com/

Ser una copia no implica ser malo. La mayor resolución de pantalla de la nueva generación unida a una televisión compatible con HD permite deleitarse con los detalles de la ciudad de Stillwater y de sus cientos de edificaciones que van de las casitas aisladas del puerto a los rascacielos del centro de negocios. Más potencia y más memoria permiten que no haya cargas de contenido intermedias, consiguiendo una inmersión y fluidez mayores al acceder, por ejemplo, al interior de las construcciones.

Pocas novedades en el argumento. Se controla a un don nadie que sin pedirlo pasa a formar parte de la pandilla de Los Santos de la tercera avenida, un grupo de iluminados que tienen una iglesia abandonada como cuartel general. El único objetivo es aumentar el respeto y para ello todo vale. A medida que se demuestra ser un buen proxeneta, secuestrador o ladrón, los amigos de la panda creerán en las posibilidades del nuevo miembro y le ofrecerán trabajitos cada vez más importantes que implicarán ir obteniendo el control de los distintos barrios. Los ingresos empezarán a aumentar y será el momento de gastarse la pasta en mejorar el fondo de armario del protagonista, tunear el coche, cambiar de peinado y marcar a sangre el nombre de la banda sobre la piel. Así hasta el dominio total de Stillwater.

Entretenido, largo, buenos acabados, pero sin exprimir al máximo los gráficos de nueva generación, y con interesantes opciones en línea que incluso permiten juego cooperativo.

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