Columna

Una opción arriesgada

Por muy predecible que parezca, la elección de Lewis Hamilton como compañero de equipo de Fernando Alonso para la próxima temporada no deja de ser una desagradable sorpresa para Pedro Martínez de la Rosa y su futuro a corto plazo. La escudería McLaren ha optado por la juventud del británico y ha dejado a un lado la dilatada experiencia y la contrastada calidad del español, que, por lo demás, se lleva a las mil maravillas con Alonso. La elección de Ron Dennis supone, en cualquier caso, un elevado riesgo para un equipo que pretende luchar por los dos campeonatos, el de pilotos y el de constructo...

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Por muy predecible que parezca, la elección de Lewis Hamilton como compañero de equipo de Fernando Alonso para la próxima temporada no deja de ser una desagradable sorpresa para Pedro Martínez de la Rosa y su futuro a corto plazo. La escudería McLaren ha optado por la juventud del británico y ha dejado a un lado la dilatada experiencia y la contrastada calidad del español, que, por lo demás, se lleva a las mil maravillas con Alonso. La elección de Ron Dennis supone, en cualquier caso, un elevado riesgo para un equipo que pretende luchar por los dos campeonatos, el de pilotos y el de constructores, y cuyos dos pilotos titulares para el próximo curso serán debutantes al volante del nuevo MP4/22.

La trayectoria dibujada hasta ahora por Hamilton le señala como uno de los pilotos con más proyección del panorama mundial. Pero la presión que ha sobrellevado divinamente se multiplicará a partir de ahora. Y más aún si se atiende a que en el otro lado del box estará Alonso, del que puede aprender un mundo, pero cuyo talento y hambre de victoria pueden llevar al desespero a quien trate de ponerse a su altura.

No sería la primera vez que el talento de una joven promesa se estanca y el piloto en cuestión acaba quemándose a la sombra de un superclase como ahora es Alonso. A mí me ocurrió con Jos Verstappen. En Benetton decidimos sentarle en el segundo monoplaza, al lado de Michael Schumacher, para que tomara buena nota de él. El resultado fue que Verstappen se abrumó, su progresión se frenó y acabó angustiado. Tal vez lo mejor para Hamilton habría sido foguearse durante uno o dos años en un equipo menos puntero antes de recalar en McLaren. Puede que le conviniera tener un protagonismo distinto al que tendrá ahora. Hay que tener en cuenta que, aunque su palmarés le avala sobradamente, la experiencia que acumula a sus 21 años es escasa.

Bien sea a nivel técnico, a la hora de poner el coche a punto o en lo que a circuitos se refiere, Hamilton necesita enchufarse ya mismo. Ése es su reto. A su lado tendrá a Alonso, el referente de la fórmula 1 y de quien puede aprender mucho y muy rápidamente. Hamilton y McLaren corren un riesgo, conscientes seguramente de que precisamente en el riesgo está el encanto.

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