La Guardia Civil desarticula una banda que cometió 70 robos en 11 provincias

La Guardia Civil ha detenido a 18 personas, supuestas integrantes de una banda organizada que podría haber realizado más de 70 robos en varias provincias, según informó ayer la Dirección General de la Policía y de la Guardia Civil. La banda estaba organizada en tres células repartidas por las provincias en que cometía sus robos, de los que podrían haber conseguido un botín de 300.000 euros en efectivo y 150.000 en material sustraído.

Entre los detenidos figura el propietario de una ferretería de Fuengirola (Málaga) que suministraba las herramientas empleadas en los robos, cometidos en v...

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La Guardia Civil ha detenido a 18 personas, supuestas integrantes de una banda organizada que podría haber realizado más de 70 robos en varias provincias, según informó ayer la Dirección General de la Policía y de la Guardia Civil. La banda estaba organizada en tres células repartidas por las provincias en que cometía sus robos, de los que podrían haber conseguido un botín de 300.000 euros en efectivo y 150.000 en material sustraído.

Entre los detenidos figura el propietario de una ferretería de Fuengirola (Málaga) que suministraba las herramientas empleadas en los robos, cometidos en viviendas, bancos y empresas de las provincias de Málaga, Cádiz, Granada, Sevilla, Córdoba, Madrid, Cáceres, Ávila, Guadalajara, Segovia y Toledo.

La operación, bautizada como Espeto, se ha saldado con la detención de los 18 integrantes de la red, 11 en Málaga y siete en Madrid, en su mayoría de nacionalidad albanokosovar, y la incautación de más de 56.000 euros en metálico, cuatro vehículos, joyas y numerosas herramientas y material electrónico utilizados para la comisión de los robos.

La organización tenía una estructura jerarquizada, empleaba sofisticados sistemas de transmisiones, inhibidores de frecuencia para neutralizar las alarmas, ropa oscura para no ser vistos por la noche, guantes y herramientas para cometer los robos. El grupo establecía un cordón de seguridad para alertar a los que cometían el robo de la posible presencia policial en la zona. Luego, éstos desactivaban las alarmas de los inmuebles y accedían a su interior forzando las puertas o realizando butrones en las paredes. La Guardia Civil sospecha que esta banda pudiera haber participado en más de 150 robos.

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