Camps avala el 'pelotazo' de Mestalla

El jefe del Consell responsabiliza ahora al PSPV de "politizar" las operaciones del Valencia CF

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El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, avaló ayer el pelotazo del Mestalla, que permite a la directiva del Valencia CF computar la superficie de las calles adyacentes para determinar la edificabilidad de la parcela. Camps, al término de una reunión con empresarios, fue interpelado sobre si compartía la opinión de su consejero de Territorio, Esteban González Pons, partidario de dar un trato de favor al club en sus operaciones inmobiliarias. "No sé de nadie que haya dicho que no se cumple la ley", dijo Camps. El Levante UD estudia ahora pedir también la reclasificación urbaníst...

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El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, avaló ayer el pelotazo del Mestalla, que permite a la directiva del Valencia CF computar la superficie de las calles adyacentes para determinar la edificabilidad de la parcela. Camps, al término de una reunión con empresarios, fue interpelado sobre si compartía la opinión de su consejero de Territorio, Esteban González Pons, partidario de dar un trato de favor al club en sus operaciones inmobiliarias. "No sé de nadie que haya dicho que no se cumple la ley", dijo Camps. El Levante UD estudia ahora pedir también la reclasificación urbanística de su campo.

El Levante exige el mismo trato y estudia recalificar su estadio y construir uno nuevo

El jefe del Consell manifestó que "se trata de una apuesta y una propuesta interesante que se ha estudiado a lo largo de todos estos años y que todavía se está estudiando con la tranquilidad y reflexión que corresponde".

El responsable del Gobierno valenciano defendió que el proceso de recalificación de Mestalla y la cesión de la parcela municipal en la avenida de Cortes Valencianas a cambio de otras parcelas menores es un "proceso que debe continuar conforme a la legislación". "Hay que aplicar la ley en una propuesta que se va a hacer sobre el Valencia CF que tenía, en principio, el respaldo de todo el Ayuntamiento, así como el apoyo generalizado de la sociedad valenciana", sentenció el presidente de la Generalitat. En su argumentación, el responsable del Consell y dirigente popular acusó a los socialistas de politizar la cuestión. "Lo que tiene que hacer el PSPV es no politizar una cuestión como ésta", sentenció Camps.

Los socialistas y Esquerra Unida votaron en contra, en el pleno municipal del pasado día 27, del PAI que permitirá edificar en la parcela de Mestalla. Decisión que salió adelante con los votos del PP. Los socialistas han presentado un contencioso administrativo contra el convenio firmado por la alcaldesa Rita Barberá y el presidente del Valencia, el promotor Juan Soler, que fija las bases de las operaciones inmobiliarias.

El Valencia presenta este viernes en el Museo Príncipe Felipe la maqueta del nuevo estadio y su pelotazo urbanístico ha abierto la puerta para que otras entidades deportivas valencianas reclamen el mismo trato de favor. El segundo club de la ciudad, el Levante, quiere subirse al carro y estudia solicitar a las instituciones políticas la recalificación del terreno de su estadio, el Ciutat de València, en el barrio de Orriols, para construir con los beneficios de su venta un nuevo campo en una zona cercana. La intención del club es contar con una nueva instalación para 2009, año en que celebra su centenario, y para ello piensa reclamar las mismas condiciones que el gobierno ha concedido al Valencia.

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Las pretensiones urbanísticas del Levante no son nuevas, y se ha reforzado con las concesiones inmobiliarias al Valencia. El club pidió en 2002 al Ayuntamiento dividir la parcela inicial de 46.773 metros cuadrados de su estadio en dos, una destinada al recinto deportivo y otra a zona terciaria, para construir en ella un complejo hotelero y una galería comercial. El Ayuntamiento contentó después sus peticiones a medias: dejó una parcela de 29.600 metros cuadrados para el campo Ciutat de València y recalificó en zona terciaria una superficie de 15.000 metros a cambio de una concesión por parte del club. El Levante cedió 5.000 metros de su propiedad para destinarlos a aparcamientos y la superficie de zona peatonal de las calles del perímetro del estadio, y recibió unos 52 millones de euros por la venta a Gesfesa de la parcela de 15.000 metros, una superficie que cuenta con una edificabilidad de 30.147 metros en una altura máxima de dos plantas.

El club que preside Pedro Villarroel entiende que no recibió entonces una recalificación como la que ahora ha conseguido el Valencia, y considera que ha llegado el momento de cobrar la deuda y equipararse a su vecino rico. La idea de partida del Ayuntamiento era construir un gran estadio olímpico compartido por el Valencia y el Levante, una propuesta de la que el club de Villarroel fue el primero en desmarcarse. La transformación urbanística de la zona de Orriols, con mejores accesos, abrió perspectivas de mejores ingresos para el Levante, que rechazó la idea del estadio único. Las concesiones al Valencia y la coyuntura política, con las elecciones a la vuelta de la esquina (27 de mayo), han llevado al Levante a considerar la idea de exigir su trozo del pastel.

La entidad azulgrana está además molesta con el trato del Valencia. Primero porque, aseguran en el Levante, el Valencia les adeuda todavía 600.000 euros del traspaso de Vicente en el verano de 2000. "Se han declarado insolventes", afirman en el Levante. Y segundo porque el Valencia les ha asignado un guía turístico para visitar la ciudad el viernes por la mañana, horas antes de la presentación de la maqueta del nuevo estadio.

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