Reportaje:

"No podemos jugar como el Chelsea"

Capello dice que sus futbolistas, para ganar, no pueden limitarse a esperar el contragolpe

"El Chelsea le ganó al Barça esperando atrás y jugando a la contra", analizó ayer Fabio Capello; "pero nosotros no podemos jugar así. Nuestros jugadores tienen características completamentre distintas". A este paso, Capello terminará mandando a sus jugadores a que practiquen el toque-toque. Pero, si eso llega a ocurrir, nunca admitirá haber dicho que "el toque-toque" es "ex fútbol" como aseguró hace un mes.

El técnico del Madrid nunca admite públicamente sus errores de cálculo. Pero tiene una virtud sorprendente: es capaz de rectificar, incluso llevándose por delante sus p...

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"El Chelsea le ganó al Barça esperando atrás y jugando a la contra", analizó ayer Fabio Capello; "pero nosotros no podemos jugar así. Nuestros jugadores tienen características completamentre distintas". A este paso, Capello terminará mandando a sus jugadores a que practiquen el toque-toque. Pero, si eso llega a ocurrir, nunca admitirá haber dicho que "el toque-toque" es "ex fútbol" como aseguró hace un mes.

El técnico del Madrid nunca admite públicamente sus errores de cálculo. Pero tiene una virtud sorprendente: es capaz de rectificar, incluso llevándose por delante sus propias sentencias precedentes. No permite que su ego le nuble el juicio. El sentido práctico le ha convertido en un mito. También le llevará esta noche a alinear a Helguera, Guti y Robinho. Que los ponga juntos para disputar el duelo más importante habla de la alta estima que le inspiran desde el martes pasado. Tres jugadores con toque para enfrentarse al Barça, paradigma del toque-toque.

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"Yo no soy rígido", dijo ayer Capello; "eso lo dicen ustedes [por la prensa]. Yo cambio de alineaciones porque hay futbolistas que han mejorado su condición física. He hecho pruebas en cada partido. El martes, en Bucarest, Robinho hizo un buen partido: corrió 90 minutos, dribló, jugó con mucha calidad...".

Si el Barça tiene a Ronaldinho para agujerear la banda derecha del Madrid, Capello pondrá a Robinho para replicar contra el flanco derecho azulgrana. En el banquillo se quedarán Beckham y Reyes, otro extremo, que ya se ha recuperado de su lesión.

Pocas cosas tienen garantizada la permanencia para un entrenador capaz de amoldarse sin complejos a los vaivenes de la realidad. Si acaso, Capello visitará el mesón Txistu, como después de cada partido. Si gana, entrará hinchando el pecho. Si pierde, seguro que no será precisamente por culpa suya.

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