La Real cobrará cinco millones por el traspaso ilegal de Zubiaurre

La sentencia del TSJPV condena al Athletic como responsable subsidiario

El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco condenó ayer al futbolista Iban Zubiaurre o, en su defecto, al Athletic como responsable subsidiario, a pagar cinco millones de euros a la Real Sociedad por romper unilateralmente el contrato. La sentencia sienta un precedente en cuanto a la validez de las cláusulas de rescisión que quedan al albur de la justicia ordinaria para determinar si son abusivas o no.

El Tribunal Superior, ante el que sólo cabe recurso de casación para unificación de doctrina (algo poco probable, y descartado por los abogados del futbolista), ratifica tres sentenc...

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El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco condenó ayer al futbolista Iban Zubiaurre o, en su defecto, al Athletic como responsable subsidiario, a pagar cinco millones de euros a la Real Sociedad por romper unilateralmente el contrato. La sentencia sienta un precedente en cuanto a la validez de las cláusulas de rescisión que quedan al albur de la justicia ordinaria para determinar si son abusivas o no.

El Tribunal Superior, ante el que sólo cabe recurso de casación para unificación de doctrina (algo poco probable, y descartado por los abogados del futbolista), ratifica tres sentencias anteriores en el mismo sentido, todas ellas a favor de la reclamación de la Real Sociedad, salvo en la cuantía de lo demandado. La Real solicitaba que el jugador, o en su defecto el Athletic, hicieran frente a la totalidad de la cláusula de rescisión, establecida en 33 millones de euros, algo que los magistrados consideran "ilegal" y "abusivo". Asimismo consideran dicha cláusula como "un instrumento de dominación del club" sobre el jugador, cuando éste decide desvincularse de la entidad. Por otro lado, la sentencia establece que el jugador creó un vínculo con el Athletic por lo que uno u otro están obligados a indemnizar a la Real por rescisión unilateral de contrato.

El caso Zubiaurre se desató el 1 de julio de 2005, cuando el entonces presidente del Athletic, Fernando Lamikiz, presentó al futbolista en la sede social del club como nuevo futbolista rojiblanco. Entonces, el Athletic señaló que Zubiaurre llegaba en libertad porque el entonces director deportivo de la Real, Roberto Olabe, así se lo había garantizado por escrito. El Athletic se agarró a una circunstancia tan coyuntural para apresurarse a presentar al futbolista (un lateral con 14 partidos en Primera División) al día siguiente de que Miguel Fuentes fuera elegido presidente del Consejo de Administración de la Real Sociedad. De hecho, la misma noche en la que Fuentes era elegido presidente, el Athletic anunció la presentación inmediata del futbolista, en lo que parecía una revancha personal y mediática por la contratación del vizcaíno Garitano (del Eibar) por la Real Sociedad, al que Lamikiz daba por fichado.

Un negocio impensable

La precipitación en el anuncio y la falta de garantías respecto a la libertad del futbolista, unidas al prurito personal en la guerra mediática entre el Athletic y la Real, crearon el caso Zubiaurre, que se saldó con el recurso a la justicia ordinaria por parte de la Real Sociedad, que inmediatamente contrató a Cifuentes del Eibar y tapó el lugar que presuntamente dejaba libre Zubiaurre.

Más que el futbolista, a la Real le preocupaba la imagen y enseguida advirtió la posibilidad de un negocio impensable por un jugador sin pedigrí en Primera División. El Athletic se agarraba a que su condición previa era que el futbolista llegara libre y la Real al contrato vigente, más allá de las palabras o intenciones de Olabe, que tras las elecciones fue destituido de su cargo de director deportivo.

A partir de ese momento, el Athletic comenzó a interiorizar su error monumental (el más grave en la historia del club), sobre todo a raíz de que comenzara a sumar sentencias desfavorables en los juzgados provinciales. Desde ese momento, el único objetivo real del Athletic era rebajar el daño económico de lo que Fernando Lamikiz, abogado y presidente del Athletic, consideró "un error personal del que asumo toda la responsabilidad", exonerando, según él, a sus directivos. El problema es que Lamikiz dejó el pasado 27 de setiembre la presidencia del Athletic, con lo que les toca a sus directivos, entonces exonerados, gestionar el error que él admitió. Lamikiz, concluyó entonces, al asumir majestuosamente su culpa, cualquier consecuencia de sus actos.

Lo cierto es que Zubiaurre lleva sin jugar al fútbol desde el 1 de julio de 2005. Al recurrir la Real Sociedad a la justicia ordinaria, el futbolista no ha podido disputar ni un solo minuto en ninguna categoría. El Athletic intentó que pudiera incluirse en la plantilla de la Cultural de Durango (2ª B), con la que entrenaba, a lo que se negó el conjunto donostiarra anunciando el riesgo de convertirse también en responsable subsidiario de una sentencia negativa. Desde entonces, Zubiaurre se ha preparado con un entrenador personal para mantener una forma que dista mucho de la exigencia de la competición.

Todos los intentos de llegar a un acuerdo con la Real, han sido baldíos. Zubiaurre ha llegado a ofrecer 1,3 millones en un acuerdo de cantidades que la Real rechazó, manteniéndose firme en su reclamación de la totalidad de la cláusula de rescisión. Lo cierto es que Zubiaurre se convierte en el cuarto fichaje más caro del Athletic, tras Roberto Ríos (12 millones de euros al Betis) y Javi Martínez y Ezquerro (6 millones a Osasuna y Atlético, respectivamente). Y todo de una forma involuntaria de la que ahora debe responsabilizarse la Junta Directiva provisional hasta que en junio se celebren elecciones. Mientras tanto, la Diputación de Vizcaya ha anunciado una ayuda oficial al Athletic de 8 millones para los próximos cuatro años. Sin duda el acuerdo mitigará la deuda, que no se contabilizó en el presupuesto vigente, y evitará que la deuda global de la entidad afecte a los avales de los actuales directivos.

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