Los neonazis toman La Vaguada

El barrio del Pilar (distrito de Fuencarral-El Pardo) no respira tranquilidad en las últimas semanas. La irrupción de un grupo violento neonazi ha atemorizado a gran parte de los vecinos, que piden medidas inmediatas para acabar con la impunidad de estos jóvenes, en su mayoría menores de edad. Un chaval de 16 años resultó herido muy grave el pasado día 23 después de que unos 20 rapados le reventasen la cabeza y le causaran la fractura del hueso frontal. Otros amigos suyos resultaron heridos en la reyerta, al igual que un inmigrante negro. A este último le rompieron en la cabeza la guitarra que...

El barrio del Pilar (distrito de Fuencarral-El Pardo) no respira tranquilidad en las últimas semanas. La irrupción de un grupo violento neonazi ha atemorizado a gran parte de los vecinos, que piden medidas inmediatas para acabar con la impunidad de estos jóvenes, en su mayoría menores de edad. Un chaval de 16 años resultó herido muy grave el pasado día 23 después de que unos 20 rapados le reventasen la cabeza y le causaran la fractura del hueso frontal. Otros amigos suyos resultaron heridos en la reyerta, al igual que un inmigrante negro. A este último le rompieron en la cabeza la guitarra que tocaba. Y eso a escasos 500 metros de la comisaría del distrito.

Los jóvenes rapados que han agredido en las últimas semanas se reúnen en la plaza de Padrón, en torno a la sede del partido Democracia Nacional. El sábado 23 de septiembre acudieron unos 200 jóvenes y estuvieron bebiendo toda la tarde, según vecinos del barrio del Pilar. Después, recién caída la noche, salieron de cacería y comenzaron a pegar hasta la saciedad a todo aquel que les resultaba molesto.

Los residentes se manifestarán el 10 de octubre en la calle de Monforte de Lemos

La Brigada Provincial de Información detuvo la semana pasada a seis jóvenes, cinco de ellas menores de edad, que residen en diversos puntos de la capital y en Colmenar Viejo. El sexto era Álvaro F. G., de unos 20 años, que se identificó como soldado de la brigada paracaidista de la Base Príncipe, en Torrejón de Ardoz.

Los problemas que hay en la zona se dejan ver con las pintadas que decoran todas las paredes: "Alfalfa al nazismo. Nazis, no", "Skin antifascistas del barrio del Pilar" y "fuera nazis del barrio". A éstas se unen las de corte ultraderechista: "Stop a la inmigración" y "España 1 y no 51. ZP [Zapatero], traidor".

La presidenta de la asociación de vecinos La Flor del barrio del Pilar, Carmen Espinar, asegura que los residentes no están dispuestos a que sigan ocurriendo agresiones como las del pasado fin de semana. Piden medidas inmediatas para acabar con ellas, como un aumento de la vigilancia policial. Para ello, han organizado una manifestación para el 10 de octubre en la calle de Monforte de Lemos, que es donde fueron agredidos los jóvenes.

Uno de los principales temores de este colectivo es que la próxima semana se celebran las fiestas del barrio. Creen que los skin-heads pueden aprovechar esta reunión multitudinaria de personas para agredir a diestro y siniestro a quien se ponga por delante. Por eso han pedido, al igual que el Movimiento contra la Intolerancia, una reunión urgente con la delegada del Gobierno en Madrid, Soledad Mestre, para que tome medidas. También esperan una declaración de condena del pleno de la Junta Municipal de Fuencarral que se celebra la próxima semana. "Pensamos que no son agresiones aisladas, sino que están ligadas a Democracia Nacional", añade Espinar.

Y los vecinos no se sienten cómodos con la presencia de estos rapados. Aseguran que llevan en la zona unos tres o cuatro años, pero que se ha recrudecido su presencia en los últimos meses. "Muchas veces se enzarzan en peleas con ecuatorianos que están jugando al fútbol en las canchas de esta plaza [la de Padrón, donde está la sede de Democracia Nacional]. Basta que uno de los inmigrantes se les quede mirando para que se inicie una revuelta", comenta David Díaz, un joven que reside en el barrio desde hace un año.

Los parques Norte y de La Vaguada son los elegidos por los violentos para atacar a todo el que se les ponga por delante. Al ser lugares abiertos, pueden ir en masa y huir a la carrera por varias salidas sin ser detenidos. "Esto no es nada nuevo. Hace unos tres años ya destrozaron un bar de dominicanos que tenían en el barrio. Algunos son muy jovencitos y no levantan más de metro y medio del suelo", comentan algunos muchachos del barrio. "No tenemos miedo, porque como vengan a por nosotros, puede que se vayan trasquilados", señalan entre risas. "Muchas veces nos miran e intentan provocarnos, pero no se atreven. Saben cómo nos las gastamos Prefieren a los inmigrantes o a los punkis", añade un joven de etnia gitana.

"No suelen venir de manera regular al barrio. Hay veces que coinciden varios fines de semana seguidos y luego están hasta un año sin venir por aquí. Eso sí, acuden desde todos los puntos de la región. La mayoría no es de aquí. No les conocemos", comenta un joven de Fuencarral.

El malestar de muchos vecinos se produjo porque el sábado de las agresiones la policía tardó mucho en llegar. Eso permitió que los rapados camparan a sus anchas y huyeran antes de ver a los agentes. "Alguien debería de pedir responsabilidades de que la comisaría esté tan cerca y no haya ni un solo coche patrulla en estas agresiones", criticó el presidente del Movimiento contra la Intolerancia, Esteban Ibarra.