Reportaje:Fútbol | El deporte y la religión

Fútbol en ayunas

Los deportistas judíos y musulmanes luchan por compaginar sus creencias con su profesión

Hoy es Yom Kipur, Día del Perdón, la fecha más sagrada del calendario hebreo. Hoy es también el octavo día del Ramadán, uno de los cinco pilares de la fe musulmana. Hoy los deportistas profesionales de ambas religiones se debaten entre sus creencias y las obligaciones de su profesión. Algunos son inflexibles, como David Blatt, el entrenador judío del Benetton, que no piensa dirigir hoy a su equipo en la Supercopa de Italia por cumplir con el Yom Kipur. La mayoría lucha por compaginar fe y deporte. Por mucho que les cueste.

El Yom Kipur es el día de la penitencia. La comida, la bebida, e...

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Hoy es Yom Kipur, Día del Perdón, la fecha más sagrada del calendario hebreo. Hoy es también el octavo día del Ramadán, uno de los cinco pilares de la fe musulmana. Hoy los deportistas profesionales de ambas religiones se debaten entre sus creencias y las obligaciones de su profesión. Algunos son inflexibles, como David Blatt, el entrenador judío del Benetton, que no piensa dirigir hoy a su equipo en la Supercopa de Italia por cumplir con el Yom Kipur. La mayoría lucha por compaginar fe y deporte. Por mucho que les cueste.

El Yom Kipur es el día de la penitencia. La comida, la bebida, el movimiento, la distracción, están prohibidos. El ayuno y la oración son obligatorios durante 24 horas a partir de hoy al anochecer. Casi justo cuando Dudu Aouate dejará de defender la portería del Deportivo ante la Real. Terminado el partido, el meta israelí abandonará con prisas el estadio para atender a su dios encerrado en su casa. "Estoy en España, no en Israel. Debo respetar al club donde trabajo y a mis compañeros", explica. No todos lo entienden. El partido político Shas exigió su expulsión de la selección de Israel al considerar que "atropella los valores del pueblo judío" al jugar hoy. Aouate, sin embargo, es un hombre comprometido con su religión. La temporada pasada, en el Racing, pidió al club que retirara de su jersey el símbolo de una cruz católica que el equipo llevaba por el patrocinio del gobierno cántabro en el Año Jubilar.

Regragui aguanta los entrenamientos sin comer ni beber nada mientras es de día

Aouate coincidió en Santander con sus compatriotas Benayoun y Afek, y el Racing se ocupó de respetar sus creencias. En las concentraciones comían tortilla o pescado en lugar de carne, ya que ésta debe ser kozher, sacrificada y desangrada según el ritual judío y bendecida por un rabino. Tampoco podían tomar pescado sin escamas, ni marisco del fondo del mar. Los productos cárnicos y lácteos no podían juntarse en la mesa. Los jugadores, por su parte, acudían sin participar a las ofrendas a la Virgen Bien Aparecida, patrona de Cantabria. Y cuando llegaba el Yom Kipur, hacían lo posible para jugar. Una temporada se quedaron solos en Valladolid tras un partido porque comenzaba el día sagrado y no podían viajar; y otro curso se fueron a Valencia sin el equipo para que no coincidiera con la festividad. Siguieron el ejemplo de Revivo, que en su contrato con el Celta incluyó una cláusula para no jugar en Yom Kipur.

Los casos se suceden. Steven Cohen, medio del Racing de Ferrol, de Segunda B, consiguió que su equipo adelantara a ayer el partido ante el Torrelavega para viajar luego en coche hasta Marsella con su familia. "El fútbol es importante, pero debo respetar el Yom Kipur", explica. También el Shabat, el día judío del descanso. Pini Gershon, técnico del Maccabi en la pasada Euroliga de baloncesto, anduvo más de una hora desde su hotel al pabellón un sábado por la mañana porque entonces no podía usar los transportes.

Los sacrificios se repiten para los deportistas musulmanes. El Ramadán comenzó el pasado domingo y exige 28 días de ayuno desde que el sol sale hasta que se pone. Es decir, unas 15 horas. "No como ni bebo nada por mucho que me entrene. Lo hago desde los 16 años y estoy acostumbrado", explica el racinguista Regragui. "Me levanto a las 5.30, como y no vuelvo a probar nada hasta más de las ocho de la noche. Luego me bebo dos litros de agua. Los días con dos entrenamientos se hace duro", añade. Que se lo digan a Mutiu, el nigeriano ex del Racing y la Real, que se desmayaba por la falta de fuerzas. "Conforme pasa el Ramadán, te pasa factura", admite Nayim, ex jugador del Zaragoza. "Las dos primeras semanas se aguanta bien, pero la última es la peor. En mi época de jugador comía a veces el día del partido, debía hacerlo para jugar, y luego recuperaba ese día durante el año, la religión te lo permite", dice el ceutí. El ex futbolista ha sido destituido esta semana como entrenador del Atlético Ceuta, en Tercera, un equipo que cambió el horario de sus entrenamientos al contar con nueve musulmanes en ayuno. "Algunos aguantan todos los días. Por la noche tomamos un caldo que tiene de todo. Con una o dos tazas ya no te acuerdas del hambre", explica Nayim.

"Lo soportan preparando antes el cuerpo y con fuerza mental", cuenta Óscar Gutiérrez, ex relaciones públicas del Racing y persona cerca a los deportistas judíos y musulmanes; "hay alguno más cumplidor que otro". En Francia, un país con cinco millones de musulmanes, algunos equipos han intentado tomar medidas para evitar el bajón físico de sus futbolistas. Sin mucho éxito, hasta el punto de que algunos jugadores cumplen el Ramadán sin decirlo.

Los marroquíes Bassir y Naybet permanecían en silencio mientras Irureta rezaba un Padre nuestro en la caseta del Deportivo. Nafti cumplía con el Ramadán en el Racing, como intenta hacer ahora el iraní Nekounam en Osasuna. Y el egipcio Zaky (Balonmano Aragón) y el tunecino Benamour (Teka) en la liga ASOBAL. En la ACB, el pívot Lou Roe, estadounidense convertido al islam y casado con una musulmana, sufrió problemas de deshidratación en el Caja San Fernando y gozaba de un menú especial en los hoteles. En Sevilla valoran que pudiera resistirse a la chacina, la carne de cerdo. Hakeem Olajuwon, el mítico jugador de Houston Rockets, aseguraba que sus estadísticas "mejoraban en Ramadán". "Aunque si jugábamos de noche me rugía el estómago".

En Assen, las carreras de motos se celebran en sábado debido a las creencias locales. Y el saltador Jonathan Edwards no competía los domingos por seguir las normas de su padre, un pastor anglicano. Son los sacrificios de compaginar religión y deporte.

Aouate, portero del DeportivoDIARIO AS
Nayim, durante su etapa como entrenador del Atlético Ceuta.DIARIO AS

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