Varias obras ponen patas arriba las calles de Sant Feliu

Circular por Sant Feliu de Llobregat (Baix Llobregat) se ha convertido en una verdadera peripecia desde hace unos días por la coincidencia de diversas obras. Por un lado, se ha cortado la principal arteria del municipio, la antigua N-340, que recibe el nombre de Laureà Miró. La vía, que estará inhábil al menos siete meses, se convertirá en un bulevar con aceras anchas y pasará de cuatro carriles de circulación a dos. Los vehículos que hasta ahora cruzaban la población por esta vía para dirigirse a Molins de Rei, Sant Just Desvern o Sant Joan Despí deben utilizar como alternativa las calles del...

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Circular por Sant Feliu de Llobregat (Baix Llobregat) se ha convertido en una verdadera peripecia desde hace unos días por la coincidencia de diversas obras. Por un lado, se ha cortado la principal arteria del municipio, la antigua N-340, que recibe el nombre de Laureà Miró. La vía, que estará inhábil al menos siete meses, se convertirá en un bulevar con aceras anchas y pasará de cuatro carriles de circulación a dos. Los vehículos que hasta ahora cruzaban la población por esta vía para dirigirse a Molins de Rei, Sant Just Desvern o Sant Joan Despí deben utilizar como alternativa las calles del Pla y del Sol.

Los vehículos que deben evitar Laureà Miró y descienden desde el barrio Mas Lluí por la calle del General Manso se topan después con las obras del Trambaix, cuyo recorrido se está prolongando de Sant Just a la entrada de Sant Feliu. Los trabajos no finalizarán hasta el primer trimestre del año que viene. Debido a esta intervención, la carretera tiene un carril menos por sentido y no puede asumir todo el volumen de tráfico. Este punto se ha convertido en un hormiguero a primera hora de la mañana.

El Ayuntamiento ha reforzado la presencia de la Policía Local, a la vez que se plantea reordenar la frecuencia de los semáforos, algo que debe convenir con el Ayuntamiento de Sant Just Desvern, ya que la carretera continúa en obras en aquel término municipal.

En el centro de Sant Feliu, la situación se complica los lunes, día del mercado semanal en el barrio Falguera, que justamente absorbe buena parte del tráfico que intenta evitar el corte de la carretera de Laureà Miró. Algunas calles, además, se han cambiado de sentido para permitir que pasen los autobuses de línea, factor que despista aún más al conductor que no conoce el nuevo orden.

Por último, la construcción de las piscinas cubiertas junto a la estación de Renfe también ha anulado el paso bajo las vías en sentido ascendente a la altura de la calle de la Verge de Montserrat. Los coches deben ir a buscar el paso a nivel que está más adelante.

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