Análisis:A LA PARRILLA

La Sexy

La Sexta ha añadido a su parrilla unos informativos conducidos por mujeres. En el de las ocho de la tarde del lluvioso martes, Mamen Mendizábal parecía disfrutar con un formato mucho más plácido que aquel 59 segundos que le sirvió para doctorarse en control de verborreas tan indomables como las de Enric Sopena y Pedro J. Ramírez. Aquí, en cambio, se la ve más relajada, quizá porque no se trata de reprimir los excesos verbales de los contertulios sino de contar noticias que van desde Cuba a los cayucos, pasando por el estreno de la película Salvador o unas excavaciones cercanas a ...

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La Sexta ha añadido a su parrilla unos informativos conducidos por mujeres. En el de las ocho de la tarde del lluvioso martes, Mamen Mendizábal parecía disfrutar con un formato mucho más plácido que aquel 59 segundos que le sirvió para doctorarse en control de verborreas tan indomables como las de Enric Sopena y Pedro J. Ramírez. Aquí, en cambio, se la ve más relajada, quizá porque no se trata de reprimir los excesos verbales de los contertulios sino de contar noticias que van desde Cuba a los cayucos, pasando por el estreno de la película Salvador o unas excavaciones cercanas a Madrid en las que se ha descubierto que hace más de 70.000 años el hombre de Neandertal ya utilizaba métodos primitivos de comunicación. No tenían, por supuesto, la tecnología actual ni la luminosa estética de un plató que intenta transmitir credibilidad, modernidad y dinamismo.

Detrás de Mendizábal, en lugar de completar el decorado con la típica vista a una redacción en la que de vez en cuando alguien se levanta para ir a buscar un café, hacer una fotocopia o escaquearse, hay una pantalla por la que desfila, de derecha a izquierda, una banda continua que va repitiendo el siguiente latiguillo: La Sexta / Noticias. Lo más curioso es que, en una de las fases de este movimiento hipnotizante y que invita a la dispersión, durante una décima de segundos se puede leer: La Sex. El texto fragmentado, pues, invita al espectador a imaginar toda clase de lujuriosas interpretaciones. Ustedes pensarán que semejante observación es producto de mi mente calenturienta y neandertálica y puede que no les falte razón, ya que cuando le tocó el turno a la información meteorológica ("La Meteo", la llaman, una denominación adolescente y algo cursi), a cargo de Miriam Santamaría, la competente y simpática meteoróloga le dijo a Mendizábal: "¿Quieres ver una cosa potente?". Es una de las preguntas que más ha repetido Rocco Siffredi a lo largo de su dilatada carrera profesional. Y que conste que lo de dilatada no va con segundas.

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