Crónica:Mundial de baloncesto 2006

Discreto debú

Estados Unidos no deslumbra ante Puerto Rico, pero impone su clase

La aparición en escena de las estrellas de la NBA no tuvo relumbrón. Ni mucho menos sirvió para meter miedo a los otros supuestos aspirantes a la medalla de oro. Jugando a rachas, les costó casi medio partido enderezar el rumbo y, cuando ya lo tenían franco, tampoco pudieron despistarse más allá de dos o tres minutos, pues enseguida los puertorriqueños volvían a la carga. Eso sí, sus capacidades individuales están fuera de toda duda. Más que nada, porque tienen, entre otros, a tres de los cinco jugadores que mejor temporada han hecho en su Liga. A saber: Dwayne Wade, LeBron James y Elton Brand...

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La aparición en escena de las estrellas de la NBA no tuvo relumbrón. Ni mucho menos sirvió para meter miedo a los otros supuestos aspirantes a la medalla de oro. Jugando a rachas, les costó casi medio partido enderezar el rumbo y, cuando ya lo tenían franco, tampoco pudieron despistarse más allá de dos o tres minutos, pues enseguida los puertorriqueños volvían a la carga. Eso sí, sus capacidades individuales están fuera de toda duda. Más que nada, porque tienen, entre otros, a tres de los cinco jugadores que mejor temporada han hecho en su Liga. A saber: Dwayne Wade, LeBron James y Elton Brand.

Ayer, eso sí, el que pareció más metido en el partido y con una mayor claridad de ideas fue Carmelo Anthony, un martillo pilón en la no siempre bien montada defensa boricua. Sumó 21 puntos en tan sólo veinte minutos de juego y, sobre todo, mantuvo el tipo en el primer tiempo, en el que Estados Unidos sufrió mucho más de lo previsto si se tiene en cuenta que hace bien poco despachó a este mismo rival por más de 40 puntos de diferencia. Pero los códigos del campeonato son diferentes.

ESTADOS UNIDOS 111 - PUERTO RICO 100

Estados Unidos: Anthony (19), Paul (11), Johnson (9), Brand (4), Jamison (0) -cinco inicial-; James (13), Wade (15), Battier (6), Bosh (9), Howard (10) y Hinrich (15).

Puerto Rico: Apodaca (10), Arroyo (23), Lee (3), Santiago (11), Latimer (0) -cinco inicial-; Rivera (9), Ramos (5), Reyes (4), Ayuso (14), Dalmau (15), Negron (2) y Narváez (4).

Árbitros: Zavlanos (Grecia), Simão (Portugal) y Martín Bertrán (España).

Unos 5.000 espectadores en el centro deportivo Hokkaido, en Sapporo.

4º CUARTO

3º CUARTO

2º CUARTO

1º CUARTO

23-24

34-27

30-23

24-26

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El problema es que si les planteas un partido a cancha abierta, como hizo Puerto Rico, los recursos de los norteamericanos te acaban superando al final. Es probablemente, junto a España, el conjunto que cuenta con un mayor número de efectivos a disponer sin que se resienta más de la cuenta.

Pese a todo, mientras aguantó un excelente Carlos Arroyo, los puertorriqueños les enseñaron que, si por alguna razón se les ha pasado por la cabeza que su empresa de recuperar la hegemonía va a ser coser y cantar, están muy equivocados. Y posiblemente la cosa irá a peor porque en el baloncesto de hoy en día se diseccionan hasta los más mínimos detalles, y el conocimiento de las trampas a urdir sobre King James y compañía irá en aumento.

El partido se mantuvo vivo hasta el descanso (57-51 para Estados Unidos), pero ya en los últimos minutos se observaba un incremento en la presión defensiva de los norteamericanos con un poco de permisividad arbitral, todo hay que decirlo.

Cuando se reanudó, más de lo mismo hasta que la cuestión se cifraba en saber si al final, aun llegando por caminos distintos, iba a alcanzar la anunciada paliza. Pero Puerto Rico perseveró, encontró a Dalmau y Ayuso detrás de la linea de tres y se permitió el lujazo de conseguir en la última jugada la cifra de 100 puntos.

En definitiva, el debú de los estadounidenses dejó sensaciones parecidas a otras veces. Todos son muy buenos -esta vez mejores que otras-, pero juntos no suman todo lo que deberían. Aunque su calidad es tanta que igual les resulta suficiente para encontrar lo que vienen a buscar.

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