La situación en el País Vasco

Cinco textos en cinco meses

ETA ha ido endureciendo el lenguaje de sus pronunciamientos desde que declaró el alto el fuego permanente en marzo pasado

Desde que el 22 de marzo decidiese declarar un alto el fuego permanente, ETA se ha pronunciado de forma pública en cinco ocasiones para hacer su peculiar lectura sobre los contenidos y la marcha del incipiente proceso. El Gobierno, los partidos y la sociedad quieren que el mismo sea de paz y paralela normalización política, y para la banda siempre ha sido un "proceso democrático" para que Euskal Herria supere el "conflicto" y se reconozcan los derechos de los que, cree, carece el pueblo vasco. Esos cinco pronunciamientos, traducidos en otros tantos comunicados -a los que se podría sumar la pro...

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Desde que el 22 de marzo decidiese declarar un alto el fuego permanente, ETA se ha pronunciado de forma pública en cinco ocasiones para hacer su peculiar lectura sobre los contenidos y la marcha del incipiente proceso. El Gobierno, los partidos y la sociedad quieren que el mismo sea de paz y paralela normalización política, y para la banda siempre ha sido un "proceso democrático" para que Euskal Herria supere el "conflicto" y se reconozcan los derechos de los que, cree, carece el pueblo vasco. Esos cinco pronunciamientos, traducidos en otros tantos comunicados -a los que se podría sumar la prolija entrevista que el diario abertzale Gara publicó con dos encapuchados de la dirección etarra el 14 de mayo- abrieron primero la posibilidad de que el Gobierno se sentase a dialogar con la banda y han querido luego ir pautando el desarrollo del proceso según la peculiar óptica de los terroristas. El texto difundido ayer por Gara y Berria es el más duro de todos -se explicita la amenaza de que ETA "responderá" si continúan los "ataques" de España y Francia, si bien se ratifica en su pronunciamiento de marzo- y el que entra de forma más directa en la marcha del proceso, al que la banda ve en "crisis".

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Los huecos entre texto y texto los ha llenado la izquierda abertzale con innumerables pronunciamientos en ruedas de prensa, entrevistas y convocatorias de la ilegalizada Batasuna, pese a su suspensión judicial de actividades.

- Declaración de alto el fuego. Tras el proceso secreto de conversaciones entre enviados de ambas partes en Oslo y Ginebra, ETA declaraba el alto el fuego permanente a través de un escueto comunicado a la radiotelevisión pública vasca EITB difundido en la mañana del 22 de marzo. Ya entonces especificaba que su intención era "impulsar un proceso democrático en Euskal Herria para construir un nuevo marco en el que sean reconocidos los derechos que como pueblo nos corresponden". Al final de éste, los vascos "deben tener la decisión sobre su futuro", la forma clásica de referirse a la autodeterminación. España y Francia deberían respetar sin limitaciones la decisión de los vascos y dejar de lado "la represión". Veinticuatro horas después, la banda ampliaba su declaración en un texto en Gara, sin añadidos de importancia.

- Emplazamiento a Francia. La declaración abrió el proceso de verificación por el que el Gobierno iba a comprobar la realidad del alto el fuego antes de que el presidente Zapatero diese el paso que había anunciado de abrir la fase de diálogo con la banda. Esa verificación se tradujo en tres informes policiales que constataban que el alto el fuego era real, lo que el Gobierno dio por bueno a fines de mayo.

Mientras empezaba a crecer el enfrentamiento entre el Gobierno y el PP y su entorno, y los partidos se iban embarcando en el debate sobre la paralela mesa de normalización política, el proceso abordaba sus primeros escollos: ataques de kale borroka en abril, que el Ejecutivo desvinculó de ETA y Batasuna condenó, y primeras cartas de chantaje.

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La acción policial no se detenía y los dos primeros etarras detenidos tras la declaración eran capturados por la Ertzaintza el 27 de marzo. A ella han seguido otras operaciones, la más importante la abierta contra sus redes de financiación en junio. Lo que más ha calado en la izquierda abertzale son las actuaciones de la Audiencia Nacional contra dirigentes de Batasuna y las cuantiosas fianzas (650.000 euros acumula sólo Otegi) que han debido pagar para salir de la cárcel, que algunos han pisado en este plazo, y seguir en libertad provisional.

ETA se pronunció en extenso en la entrevista de Gara, en la que ya apuntaba planteamientos retomados ayer: si los "ataques" de España y Francia prosiguen "será imposible seguir adelante con el proceso", la clave del mismo es el acuerdo entre partidos y sus elementos a desarrollar el "reconocimiento" y los "derechos" de Euskal Herria, y no es para "construir una paz falsa" o "normalizar" la izquierda abertzale.

Menos de una semana después, Otegi ya consideraba el proceso en un momento de "extrema gravedad" por su nueva citación judicial, junto a siete de sus correligionarios. La crisis se resolvía al quedar los ocho en libertad y, sobre todo, anunciar el PSE, que, por vez primera, se iba a reunir con luz y taquígrafos con los independentistas. El anuncio coincidió con el debate del estado de la nación y profundizó el enfrentamiento entre el Gobierno y el PP.

En esa situación ETA hablaba de nuevo a través de un texto enviado a varios medios de comunicación (14 de junio) y se dirigía por vez primera de forma exclusiva al Gobierno francés, al que instaba a implicarse en el proceso y emplazaba de forma directa a dar "una salida al conflicto mediante el diálogo y la negociación".

- "Palabras y hechos". Apenas una semana después, ETA se dirigía al Gobierno español y endurecía ya apreciablemente su lenguaje. La banda emplazaba al Ejecutivo a pasar "de las palabras a los hechos" y le reclamaba que diese pasos para "garantizar" que ninguna ley ni la Constitución obstaculice "el desarrollo de la decisión que mayoritariamente" adopten los vascos.

La banda instaba al Gobierno a "cumplir sus compromisos de alto el fuego", compromisos que el Ejecutivo siempre ha negado haber adoptado. Al tiempo, le exigía el cese de la "represión", los "ataques" a sus presos y el "chantaje y extorsión contra las actividades políticas de la izquierda independentista", forma de referirse a las actuaciones de los jueces contra Batasuna.

- El quinto texto. Desde ese texto y hasta el de ayer el punto nuclear ha sido el anuncio de Zapatero a fines de junio de abrir el diálogo con los etarras, supuestamente durante el mes presente. Batasuna y el PSE se sentaban en público a hablar y desde entonces, los independentistas han reprochado a los socialistas, y por ende al PNV, estar bloqueando la marcha del proceso. Ese mismo planteamiento encuentra ahora eco en las palabras de los terroristas.

Tres miembros de ETA, en el vídeo en el que anunciaron el inicio del alto el fuego, el pasado 22 de marzo.

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