Detenido un hombre que robaba coches con una grúa y los vendía por 30 euros al desguace

Todos los coches aparcados en la calle, antiguos y modernos, eran potenciales víctimas. Sin encomendarse a nadie, Jardelino C., de 44 años, tenía una grúa que utilizaba para llevarse a su antojo los coches que veía por la calle. Luego los vendía inmediatamente a una chatarrería para que los triturasen. Jardelino ha reconocido que llevaba los vehículos a un desguace situado en el poblado marginal de la Cañada Real (Madrid). Según él, le daban 30 euros por coche. Ha ingresado en prisión tras ser detenido por estos hechos.

La grúa de Jardelino llevaba al desguace dos coches en cada viaje. ...

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Todos los coches aparcados en la calle, antiguos y modernos, eran potenciales víctimas. Sin encomendarse a nadie, Jardelino C., de 44 años, tenía una grúa que utilizaba para llevarse a su antojo los coches que veía por la calle. Luego los vendía inmediatamente a una chatarrería para que los triturasen. Jardelino ha reconocido que llevaba los vehículos a un desguace situado en el poblado marginal de la Cañada Real (Madrid). Según él, le daban 30 euros por coche. Ha ingresado en prisión tras ser detenido por estos hechos.

La grúa de Jardelino llevaba al desguace dos coches en cada viaje. Las pesquisas continúan abiertas y los investigadores no descartan que la grúa de Jardelino pueda estar detrás de muchas desapariciones de vehículos denunciadas por sus dueños en los últimos años y de los que nunca más se ha vuelto a saber.

Jardelino fue detenido a finales del pasado mes de julio. Un juzgado de Madrid tenía una orden de búsqueda contra él por robar coches.

Dos coches en cada viaje

En el momento de su detención portaba dos coches en su camión grúa. Uno de los vehículos estaba encima de la rampa y el otro era remolcado. Sólo el camión grúa era de Jardelino.

-¿Quién le ha dado a usted permiso para llevarse esos coches?, le preguntaron los investigadores. Según él, el permiso se lo habían dado vecinos de la zona donde estaban los vehículos, que le pidieron que se los retirara porque en ellos se metían a dormir drogodependientes.

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-¿Y dónde lleva usted los coches?, le preguntaron también.

-A la chatarrería.

-¿A qué chatarrería?

-A una que hay en Vicálvaro, por la Cañada Real...

Una vez en el desguace, la vida del coche era fugaz. Nada más llegar, los metían en máquinas y los prensaban, con las placas de matrícula incluidas. Es decir, los trituran y nada vuelve a saberse de ellos.

Jardelino señaló que los dos vehículos que portaba cuando fue detenido tenían aspecto de semiabandonados y que él se limitó a llevarlos al desguace atendiendo las peticiones vecinales.

Los coches robados por el método tradicional suelen aparecer, quemados o desvalijados, tarde o temprano, pero aparecen. En estos casos, los dueños jamás vuelven a saber de ellos.

La policía, ante las quejas de los afectados, decidió montar un operativo especial. Algún vecino de la zona indicó haber visto grúas merodeando los lugares donde luego des parecían los coches. La policía se centró por tanto en las grúas.

Jardelino actuaba a plena luz del día y con una tranquilidad pasmosa. Si por casualidad el dueño llegaba, cosa que nunca ocurrió, Jardelino pedía disculpas y le decía que creía que estaba abandonado. Cada día, 31 coches son robados en Madrid.

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