Los canales digitales de Madrid están atascados desde hace un año

La mayoría de las empresas adjudicatarias sólo emite la imagen fija de la carta de ajuste

La televisión digital de Madrid sigue sin despegar. La Comunidad otorgó hace justo un año 30 canales locales a la iniciativa privada, pero sus responsables todavía no han puesto a pleno rendimiento las emisiones. Algunos tan sólo han colocado en la pantalla la imagen fija de la carta de ajuste. "¿Para qué vamos a emitir si nadie nos ve?", argumentan.

En el reparto audiovisual hecho público el 5 de agosto de 2005, la presidenta regional, Esperanza Aguirre, premió a los operadores situados en la órbita del PP. La Iglesia (a través del Arzobispado de Madrid y de la Cope) obtuvo cinco licen...

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La televisión digital de Madrid sigue sin despegar. La Comunidad otorgó hace justo un año 30 canales locales a la iniciativa privada, pero sus responsables todavía no han puesto a pleno rendimiento las emisiones. Algunos tan sólo han colocado en la pantalla la imagen fija de la carta de ajuste. "¿Para qué vamos a emitir si nadie nos ve?", argumentan.

En el reparto audiovisual hecho público el 5 de agosto de 2005, la presidenta regional, Esperanza Aguirre, premió a los operadores situados en la órbita del PP. La Iglesia (a través del Arzobispado de Madrid y de la Cope) obtuvo cinco licencias. Federico Jiménez Losantos, el periodista estrella de la Cope, recibió cuatro, las mismas que Uniprex-Onda Cero, la cadena de radio integrada en Antena 3.

José Frade, impulsor de Canal 7, con una larga trayectoria en las ondas, obtuvo tres frecuencias (en Aranjuez, Collado-Villalba y Pozuelo) y el empresario Blas Herrero (propietario de Radio Blanca) consiguió dos. También fueron beneficiados el diario El Mundo e Intereconomía, con una emisora cada uno en Madrid. El productor cinematográfico y presidente del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo, recibió 10, una por cada una de las demarcaciones del mapa audiovisual de la región.

En el reparto de licencias quedaron fuera operadores que estaban emitiendo antes de 1995, como Localia, Frade (en Madrid capital) o Tele K, que desde 1993 ofrece una programación enfocada al desarrollo social, cultural y educativo del barrio de Vallecas. Y ello pese a que la ley de medidas urgentes para el desarrollo de la televisión digital terrestre (TDT) aprobada por el Gobierno central primaba las empresas con experiencia en el sector.

Según explicó entonces el vicepresidente autonómico, Ignacio González, las empresas adjudicatarias tenían ocho meses por delante para iniciar sus emisiones. Un año después, la mayoría todavía no ha encendido la señal. Onda Cero, a través de Uniprex TV, ofrece tan sólo una carta de ajuste. Afirma que en septiembre arrancará con una oferta centrada en un magacín matinal que rotará en otros tramos horarios. Y en enero ampliaría los contenidos y ofrecerá informativos. La señas de identidad de Ver-t serán tres pes: "plural, próxima y participativa". Se ubicará en San Sebastián de los Reyes, junto a su hermana mayor, Antena 3.

La Cope, que emite en Madrid por el canal 39, aspira a poner en marcha progresivamente el resto de sus frecuencias. Popular TV, que engloba una red de 36 estaciones locales, asegura que en septiembre iniciará las emisiones en Pozuelo. La Conferencia Episcopal tiene también licencias en Alcobendas, Collado-Villalba y Móstoles. El modelo de la Cope es "distribuir en digital la programación que hacemos en analógico". Incluirá telediarios -"tres ediciones diarias y dos los fines de semana"-, series y espacios infantiles.

Televisión temática

El empresario Blas Herrero apuesta por trasladar la fórmula radiofónica de Kiss FM a la pantalla, a través de una televisión temática "con información y música y cercana a la ciudadanía", y sin aspiraciones de competir con las grandes cadenas generalistas.

Hasta el momento, una de las más avanzadas es 8Madrid. Su oferta se apoya en el gigantesco catálogo cinematográfico de Cerezo, aunque no emite en las 10 demarcaciones. Algunas no conectarán hasta septiembre, según sus responsables.

La TDT exige para su recepción, además de un descodificador, incorporar un módulo a las antenas para que la señal llegue con nitidez. Pero ante todo es necesaria una red de distribución. La Comunidad apostó por la creación de una red propia para su territorio y evitar así que las imágenes transitaran por Abertis, empresa que distribuye las televisiones estatales y de la mayoría de las autonómicas. Éste es el gran freno. Fuentes de la Cope aseguran que "no se puede poner en marcha una televisión cuando por problemas de cobertura no se va a ver".

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