Agua salada en mitad de Parla

Agua salada, arena de playa, socorristas cachas, sombrillas de paja, tobogán... ¿Torrevieja en agosto? No, Parla.

La ciudad sureña (100.000 vecinos) estrena hoy una instalación municipal que ya tiene nombre popular: la playa de Parla. A falta de mar, el Ayuntamiento ha ideado en la avenida de las Américas "una piscina de agua salada-balneario". Es decir, 3.000 metros cuadrados de agua con sal "con beneficios para la salud", según prometen sus responsables. Hay también una playa para los niños y un circuito con tobogán.

Para cerrar la postal idílica de vacaciones, se...

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Agua salada, arena de playa, socorristas cachas, sombrillas de paja, tobogán... ¿Torrevieja en agosto? No, Parla.

La ciudad sureña (100.000 vecinos) estrena hoy una instalación municipal que ya tiene nombre popular: la playa de Parla. A falta de mar, el Ayuntamiento ha ideado en la avenida de las Américas "una piscina de agua salada-balneario". Es decir, 3.000 metros cuadrados de agua con sal "con beneficios para la salud", según prometen sus responsables. Hay también una playa para los niños y un circuito con tobogán.

Para cerrar la postal idílica de vacaciones, se ha colocado arena gruesa -para que no se cuele en los filtros de la piscina- y sombrillas. Faltan las olas, pero el suelo está pintado de diferentes tonos de azul y así se simula la marea.

Los precios de las entradas van desde los 5,20 euros para los adultos hasta los 2,60 de los niños. Los mayores de 65 años y los discapacitados tienen entrada gratis.

La playa parleña cerrará, como el resto de piscinas municipales, en el mes de septiembre. Pero tomará el relevo en las mismas instalaciones la apertura de un spa. Sus beneficios también pasan por la utilización de agua salada.

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