Un centenar de 'sin papeles' africanos viven en un parque del centro de Murcia

Colchones sobre los bancos y el río Segura como cuarto de baño. Esta imagen tercermundista se puede ver en Murcia en el céntrico parque del Jardín Chino, en el que un centenar de inmigrantes africanos sobrevive desde hace unos dos meses trabajando de forma irregular en la huerta murciana.

Proceden de Senegal, Mauritania, Malí y Argelia, y se han convertido en invisibles para las autoridades municipales, regionales y centrales, que se acusan unos a otros, pese a que hace menos de un año que el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales y la Consejería de Trabajo murciana se comprometieron ...

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Colchones sobre los bancos y el río Segura como cuarto de baño. Esta imagen tercermundista se puede ver en Murcia en el céntrico parque del Jardín Chino, en el que un centenar de inmigrantes africanos sobrevive desde hace unos dos meses trabajando de forma irregular en la huerta murciana.

Proceden de Senegal, Mauritania, Malí y Argelia, y se han convertido en invisibles para las autoridades municipales, regionales y centrales, que se acusan unos a otros, pese a que hace menos de un año que el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales y la Consejería de Trabajo murciana se comprometieron a hacerse cargo de estos inmigrantes.

El director general de Inmigración del Gobierno murciano (PP), Basilio Gómez, que en los últimos meses ha recibido del Gobierno central más de 18 millones de euros para atender los problemas de la inmigración, aseguró ayer que la red de alojamientos de la comunidad, con unas 450 plazas, está desbordada. Y es así, explica, porque a los inmigrantes que proceden de Canarias se les suman los extranjeros que llegan por su cuenta, "atraídos por la idea de que en Murcia encontrarán trabajo", dijo Gómez en declaraciones en La Opinión de Murcia.

Como única solución a la falta de camas para los inmigrantes Gómez plantea "un cambio en los controles de los flujos migratorios por parte del Ejecutivo central". Pero la capacidad de acogida de los centros de internamiento es mucho más limitada todavía, ya que los inmigrantes no pueden pasar más de un mes en ellos. Pasado el plazo legal se les deja en la calle con una orden de expulsión que en la mayoría de los casos no se ejecuta, ya que alegan proceder de países con los que España no tiene firmado convenio.

Situación agravada

Además, la situación se agrava día a día, porque ayer mismo otros 22 inmigrantes procedentes de Canarias llegaron a Murcia, con destino al Centro de Internamiento de Inmigrantes (CIE) de Sangonera la Verde, que tendrá que dejar en la calle a otros tantos sin papeles.

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Mientras, el Gobierno regional reparte las subvenciones según un criterio, criticado desde el PSOE, que pone de manifiesto que organizaciones de empresarios exportadores como Apoexpa, Proexport y la Federación Laboral de la Construcción, han recibido 75.000, 220.000 y 85.000 euros respectivamente. Estas cantidades contrastan con los 130.612 euros que el Gobierno murciano destina a la atención de los inmigrantes y 150.000 al fomento del empleo.

La Delegación del Gobierno en Murcia emitió ayer un comunicado en el que recuerda que desde 2005 Trabajo y Asuntos Sociales habilitó un Fondo de Apoyo a la Acogida e Integración de Inmigrantes que se repartió entre las comunidades. En el caso de la Región de Murcia, el pasado año se recibieron 7,5 millones de euros, cantidad que se ha incrementado a 11,1 millones en este ejercicio, explica la nota.

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