Camps arremete contra las grabaciones del 'caso Terra Mítica' pese a que el fiscal les da luz verde

Pla vuelve a preguntar por el destino de los 107 millones de sobrecoste sin lograr respuesta

El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, utilizó ayer la sesión de control en las Cortes Valencianas para descalificar las grabaciones realizadas por los diputados socialistas José Camarasa y Antoni Such a dos imputados del caso Terra Mítica, en las que se refieren al pago de comisiones por las obras en el parque. Camps aseguró que las grabaciones se realizaron "de forma absolutamente irregular" pese a la decisión de la fiscalía de considerar legales las grabaciones realizadas por los socialistas y archivar la denuncia de la Mesa de las Cortes impulsada por el PP.

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El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, utilizó ayer la sesión de control en las Cortes Valencianas para descalificar las grabaciones realizadas por los diputados socialistas José Camarasa y Antoni Such a dos imputados del caso Terra Mítica, en las que se refieren al pago de comisiones por las obras en el parque. Camps aseguró que las grabaciones se realizaron "de forma absolutamente irregular" pese a la decisión de la fiscalía de considerar legales las grabaciones realizadas por los socialistas y archivar la denuncia de la Mesa de las Cortes impulsada por el PP.

Such exige a Julio de España que pida perdón o dimita como presidente de las Cortes

Solo ocasionalmente los diputados hablan de la más rabiosa actualidad en el Parlamento y ayer hubo que agradecérselo a Camps y al líder de la oposición, el socialista Joan Ignasi Pla. Ambos pasaron de los entremeses y se fueron directo hacia el plato fuerte: la decisión del fiscal de archivar las diligencias abiertas a raíz de la denuncia de la Mesa de las Cortes con la que el PP pretendía sostener que las grabaciones a los dos empresarios imputados en el caso Terra Mítica eran ilegales.

El socialista evidenció su deseo de salir al encuentro de Camps al romper la costumbre de reservar todo el tiempo disponible para la réplica. Así, Pla optó por salir a la tribuna para averiguar las razones de la última remodelación del Consell pero no tardó ni dos frases en soltarle al jefe del Consell que dónde estaban los 107 millones de euros (17.000 millones de las antiguas pesetas) de sobrecoste de Terra Mítica. Pregunta a la que, según Pla, Camps ya puede contestar ahora que la fiscalía ha archivado "la denuncia del presidente de las Cortes" por si las grabaciones de los diputados socialistas a los imputados de Terra Mítica era constitutiva de delito.

Y Camps no rechazó el envite. Pasó de centrarse en elogiar la bondad del cambio de consejeros realizado la semana pasada y de vender la idea de que ello servirá para impulsar la gestión y se fue directo al asunto de las grabaciones en un intento de amortiguar el revés que supone la decisión de la fiscalía de archivar la denuncia.

"Usted tendría que estar pidiendo perdón todos los días a los valencianos porque dos representantes políticos de su grupo parlamentario trajesen a unos ciudadanos de la calle a esta casa, la santa casa de la democracia autonómica valenciana, para grabar conversaciones de una forma absolutamente irregular", dijo Camps. El popular recalcó: "Yo no les pido a mis compañeros que vayan grabando conversaciones porque es una cosa muy fea, les pido que se dediquen a trabajar" y luego argumentó que intenta que la Comunidad Valenciana sea conocida por su "excelencia y no por las patochadas y las grabaciones y la constante obstaculización de los socialistas a los grandes proyectos".

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Pero Pla tampoco se fue por las ramas y acusó al jefe del Consell de estar más preocupado porque le han pillado que de saber dónde han ido a parar los dineros de los valencianos.

"No solo no tiene interés en averiguarlo, sino que intenta obstaculizar el proceso de manera clarísima, falseando la realidad, como lo ha demostrado hoy mismo la justicia, archivando una denuncia presentada por el presidente de las Cortes Valencianas", señaló Pla.

Luego, en los pasillos, Such, portavoz adjunto del Grupo Socialista y uno de los autores de las grabaciones a los empresarios, instó al presidente de la Cámara, Julio de España, a "pedir perdón o dejar de ser el presidente de las Cortes Valencianas". Such tachó de "lamentable" la conducta de De España, por impulsar la denuncia de la Mesa de las Cortes al fiscal sobre la supuesta irregularidad de las grabaciones. "Una vez despejado este camino [sobre la validez de las grabaciones]", prosiguió Such, "ahora les debe preocupar saber dónde está el dinero [de los sobrecostes de Terra Mítica]".

El presidente de las Cortes Valencianas se negó a "pedir perdón" a los dos diputados socialistas. "Yo ni pido perdón, ni me pongo rojo, porque lo que he hecho ha sido trasladar unos papeles a la fiscalía para que los analice el fiscal y haga lo que proceda", dijo De España, que añadió: "Lo que lamento es que se diera el paso inicial para dar lugar a estos hechos".

Sobre la remodelación del Consell, Camps solo dijo que se había hecho por "responsabilidad" y "a beneficio de todos los ciudadanos". Y Pla achacó la remodelación a la incapacidad de Camps de gobernar.

Joan Ignasi Pla y Francisco Camps, ayer en la sesión de control parlamentario.MÒNICA TORRES.

Manual de campaña

Camps demostró ayer que arde en deseos de meterse en campaña, aunque falte casi un año para que se abran los colegios electorales. Y también demostró que, salvo sorpresas muy inesperadas, seguirá a rajatabla el manual de campaña que marca la ortodoxia conservadora. En su intervención, el candidato popular no se privó de preguntar al socialista si está dispuesto a pactar con Izquierda Unida o Esquerra Republicana en lo que pareció la antesala del gastado y eficaz argumentario de la jaula de grillos y ¡que vienen los comunistas!

Y aunque el socialista se hizo el sordo, Camps le recordó: "Soy el presidente y el candidato y tengo la responsabilidad de hacer todos los compromisos de gobierno que me propuse hace tres años".

Así, que cuando el portavoz de Esquerra Unida-L'Entesa, Joan Ribó, salió a la tribuna y le dijo a Camps que lo veía "un poco nervioso ante el temor de perder las elecciones" el jefe del Consell abrió las compuertas del anticomunismo.

Bien es verdad que Ribó, que interpelaba a Camps por la vinculación que establece el PP entre inmigración y delincuencia, tampoco se cortó a la hora de comparar el argumentario popular con el utilizado por Le Pen en los barrios obreros de Francia. De este modo Camps recurrió a su estrategia habitual con Ribó: descalificar la ideología para descalificar los argumentos.

"Menos mal que estamos en democracia", continuó Camps, "en otro régimen yo saldría asustado. Hace como la Inquisición, coge una frase y le da mil vueltas hasta que al final acaba contando una realidad que solo existe en su cabeza". "Sus discursos disgregan y los nuestros agregan", prosiguió, "usted es un demagogo en la tribuna. Coge una frase y la retuerce y quien lo hace debe mirarse su discurso neuronal porque lo tiene retorcido".

En este clima, Camps dijo haber buscado mucho para encontrar una declaración que vinculase inmigración y delincuencia. Y solo encontró una en boca del ministro del Interior socialista en un foro empresarial. La memoria, que es selectiva, le hizo olvidar los discursos de Ángel Acebes y Alfonso Rus en la reciente convención del PPCV.

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