Fomento de la lectura y televisión

Últimamente todos los Gobiernos, central y autonómicos, comparten la preocupación por el fomento de la lectura, especialmente en los niños. Son muchas las iniciativas que con el objetivo de crear lectores se ponen en marcha: encuentros con autores, clubes de lectura, sesiones de narración oral... hasta regalo de libros a los recién nacidos. Todas ellas me parecen acertadas.

Sin embargo, lo que no puedo entender, por muchas vueltas que le dé, es que ninguno utilice el instrumento más eficaz del que dispone para llegar a los niños: la televisión pública. La presencia de la literatura infa...

Últimamente todos los Gobiernos, central y autonómicos, comparten la preocupación por el fomento de la lectura, especialmente en los niños. Son muchas las iniciativas que con el objetivo de crear lectores se ponen en marcha: encuentros con autores, clubes de lectura, sesiones de narración oral... hasta regalo de libros a los recién nacidos. Todas ellas me parecen acertadas.

Sin embargo, lo que no puedo entender, por muchas vueltas que le dé, es que ninguno utilice el instrumento más eficaz del que dispone para llegar a los niños: la televisión pública. La presencia de la literatura infantil en este medio es prácticamente nula. Si los adultos pueden disfrutar de programas que hablan de libros, ¿por qué no los niños? ¿Cuántos niños han visto alguna vez la cara o han oído la voz de sus autores favoritos? ¿Cuántos padres saben quién es Monserrat del Amo, Joan Manuel Gisbert o Juan Muñoz Martín?

Desde aquí quiero hacer llegar mi voz a los responsables de la programación infantil en las distintas televisiones públicas animándolos a ceder un espacio a la literatura infantil dentro de sus programaciones. Estoy plenamente convencida de que con él se obtendrían mejores resultados que con todas las demás actividades juntas.