Reportaje:

"Necesitamos más prestaciones"

Ross Brawn, director técnico de Ferrari, reconoce queno tenían suficiente velocidad para superar a Renault

Dos victorias consecutivas, en Imola y Nürburgring, bastaron para que las campanas de Maranello sonaran a todo tren. Sin embargo, el Gran Premio de España ha devuelto a los bólidos rojos a la realidad: Schumacher fue segundo y Massa cuarto. Son buenos, sus coches funcionan, han elevado su listón y están a una altura que el año pasado parecía impensable. Sin embargo, Alonso y Renault les llevan ventaja en los campeonatos de pilotos y de constructores.

¿Cuál es el problema? Múltiples. Básicamente, que hubo dos carreras en las que Ferrari fracasó. En Malaisia afrontaron un problema en los ...

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Dos victorias consecutivas, en Imola y Nürburgring, bastaron para que las campanas de Maranello sonaran a todo tren. Sin embargo, el Gran Premio de España ha devuelto a los bólidos rojos a la realidad: Schumacher fue segundo y Massa cuarto. Son buenos, sus coches funcionan, han elevado su listón y están a una altura que el año pasado parecía impensable. Sin embargo, Alonso y Renault les llevan ventaja en los campeonatos de pilotos y de constructores.

¿Cuál es el problema? Múltiples. Básicamente, que hubo dos carreras en las que Ferrari fracasó. En Malaisia afrontaron un problema en los pistones -Mahle, de fabricación alemana- que les obligó a cambiar cuatro motores en una sola carrera -dos de Massa, otro de Schumacher y un tercero de Coulthard (Red Bull)-, lo que les relegó en la salida. En la siguiente carrera, en Australia, el frío les sorprendió y equivocaron la elección de los neumáticos. Los Bridgestone no funcionaron y los dos Ferrari anduvieron sin grip todo el fin de semana: Massa se accidentó en la primera vuelta y Schumacher se fue contra el muro tras dar 33.

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Habían tocado fondo. Pero más grave que eso era que Renault seguía puntuando. Alonso había ganado ya dos de las tres carreras y había sido segundo en la otra mientras que Fisichella ganó en Malaisia y acabó quinto en Australia. Había mucho que recuperar y poco tiempo. Las semanas entre Australia y San Marino fueron de gran actividad: no querían fracasar en casa. "Y menos sabiendo que teníamos potencial", agregó Jean Todt, director del equipo.

La reación fue brutal. Se movilizaron tanto los pilotos de pruebas como los oficiales y dieron un tirón de orejas también a Shell, la firma de lubricantes, y a Bridgestone para que no hubiera más errores. El resultado fue espectacular. De golpe, Ferrari funcionaba. "Es normal en Imola, es su casa", exclamó entonces Alonso. Pero cuando en Nürburgring la excelencia de los bólidos rojos continuaba, en Renault se vieron caras de preocupación. "Nos superan en velocidad punta", reconocieron.

Aquellas dos victorias elevaron la moral de los italianos porque estaban demostrando que podían ganar. Y entonces llegó España. Ferrari mantuvo abiertas todas sus expectativas durante los primeros días demostrando que eran veloces y que los neumáticos funcionaban. Pero ayer subió la temperatura y las cosas se torcieron. "Cargamos con más gasolina nuestros bólidos y la estrategia no dio resultado", dijo Todt. Y Ross Brawn, director técnico, agrega: "Los bólidos y las gomas se han comportado bien, pero debemos encontrar más prestaciones. Creíamos que podiamos pasar a Alonso en el primer pit stop. Y luego descubrimos que no éramos suficientemente rápidos para alcanzarle. No hay más alternativa que mejorar todo para volver a ganar". A Renault, claro. Los demás ya no cuentan.

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