El Espai 13 de la Fundación Miró presenta vídeos del centro Le Fresnoy
Las misteriosas e inquietantes imágenes de las fotografías de Laura Henno y el vídeo de Sebastián Díaz Morales protagonizan la cuarta entrega del ciclo Érase una vez..., que presenta en el Espai 13 de la Fundación Miró obras producidas en la escuela de arte Le Fresnoy de Tourcoing, en Francia. La exposición, abierta hasta el 28 de mayo, ocupa las salas 14 y 15, ya que el lugar habitual del Espai 13 está ocupado hasta el 4 de junio por la gran exhibición de Douglas Gordon.
La francesa Laura Henno (Lille, 1976) presenta un conjunto de 13 fotografías de adolescentes captados en un i...
Las misteriosas e inquietantes imágenes de las fotografías de Laura Henno y el vídeo de Sebastián Díaz Morales protagonizan la cuarta entrega del ciclo Érase una vez..., que presenta en el Espai 13 de la Fundación Miró obras producidas en la escuela de arte Le Fresnoy de Tourcoing, en Francia. La exposición, abierta hasta el 28 de mayo, ocupa las salas 14 y 15, ya que el lugar habitual del Espai 13 está ocupado hasta el 4 de junio por la gran exhibición de Douglas Gordon.
La francesa Laura Henno (Lille, 1976) presenta un conjunto de 13 fotografías de adolescentes captados en un instante de ensueño, suspendido en el tiempo y ajeno a la realidad, que evoca el momento de metamorfosis física y psíquica en que están sumidos. Son personajes que ocultan su rostro y parecen querer fundirse con el entorno, como en la serie Bed, donde la chica se hunde en el edredón y se esconde bajo la cama en un fallido intento de encontrar refugio.
Igual de misterioso, el protagonista de The man with the bag, el vídeo del argentino Sebastián Díaz Morales (Comodoro, 1975), camina por un paisaje desierto cargando una bolsa con todas sus pertenencias. En una evidente metáfora de la existencia, el hombre tropieza una y otra vez con el mismo obstáculo, una simple piedra, mientras es engullido por la inmensidad del paisaje. La obra, ambientada en la Patagonia, de donde es originario el artista, se filmó con dos cámaras contiguas para presentar el territorio en toda su extensión, pero dividido para poner el acento en el conjunto de problemas de los límites. El artista surafricano Gregg Smith, que interpreta el "hombre con la bolsa", confiere al personaje una dimensión burlesca, que contribuye a crear una atmósfera surreal y onírica.