Las instalaciones de Zorroza se privatizaron por 368.000 euros

El matadero de Bilbao, ubicado en el barrio de Zorroza, fue el último de las tres capitales vascas que permaneció abierto. La factoría abastecía a 51 municipios, 800 carnicerías y 28 industriales antes de su privatización. Su proceso de liquidación ya estuvo envuelto en la polémica, ya que la oposición del consistorio bilbaíno censuró que pretendía beneficiar a la nueva sociedad Gureokela, creada en octubre de 2004 por poco más de 240 ganaderos, con una aportación de 90.000 euros por parte del Gobierno vasco. El objetivo era reordenar un sector que, según el Ejecutivo, estaba abocado a la cris...

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El matadero de Bilbao, ubicado en el barrio de Zorroza, fue el último de las tres capitales vascas que permaneció abierto. La factoría abastecía a 51 municipios, 800 carnicerías y 28 industriales antes de su privatización. Su proceso de liquidación ya estuvo envuelto en la polémica, ya que la oposición del consistorio bilbaíno censuró que pretendía beneficiar a la nueva sociedad Gureokela, creada en octubre de 2004 por poco más de 240 ganaderos, con una aportación de 90.000 euros por parte del Gobierno vasco. El objetivo era reordenar un sector que, según el Ejecutivo, estaba abocado a la crisis, con el fin de gestionar todo el proceso productivo de la carne y acabar así con el cometido de vender sólo el ganado.

Gureokela se llevó la gestión del matadero municipal de Bilbao durante diez años por prácticamente la cantidad mínima que había fijado el consistorio en el proceso de subasta. En concreto, su puja fue por 368.000 euros, cuando la cifra de partida se situó en 330.557 euros.

La oferta de Gureokela fue sólo 2.000 euros superior a la de otra empresa aspirante a la adjudicación, la sociedad Miguel García Mendoza, que además trabajaba en el matadero municipal de Zorroza.

Las condiciones de la adjudicación incluían, además, que la empresa no asumiría ninguno de los 60 trabajadores de la planta de Zorroza, lo que ayer fue criticado por el grupo socialista municipal. "Se habían eliminando todas las cargas, lo que no es habitual. Se privatizó un servicio asumiendo [el Ayuntamiento] todas las cargas y sin recibir ningún beneficio", censuró ayer Txema Oleaga.

Otros pleitos judiciales

El acuerdo con los trabajadores supuso la recolocación de 26 ex empleados en diferentes departamentos municipales, como Seguridad Ciudadana, Circulación, Recursos Humanos y Acción Social. Varios se reciclaron como inspectores de tráfico, destinados a la revisión de señales de tráfico, pasos de cebra, el autobús urbano Bilbobus o los vados.

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El proceso de liquidación ha llevado además a la interposición de pleitos por parte de otros trabajadores que no forman parte de la lista de beneficiarios por las indemnizaciones. Oleaga dijo ayer que ya ha habido dos sentencias condenatorias contra la sociedad del matadero municipal, que obligan al pago de indemnizaciones por cerca de 90.000 y 42.000 euros respectivamente.

[Por otro lado, el Parlamento vasco aplazó ayer el debate sobre la apertura de los mataderos de Durango y Vitoria, clausurados en el último año, hasta que comparezcan en la Cámara las asociaciones que promueven estos proyectos. El retraso se acordó a iniciativa del partido proponente, el PSE, y fue apoyada por todos los grupos, aunque EA y Ezker Batua explicaron que ya conocían los planteamientos de las asociacioens en los contactos mantenidos con anterioridad].