Análisis:A LA PARRILLA

Sitios del corazón

El corazón tiene leyes que la razón ignora y la televisión promulga. Ver el jueves a las ocho de la tarde el estreno de la nueva "revista de sociedad" de Cuatro, Nos pierde la fama, alternándola en las pausas con el programa de cotilleo que a la misma hora ofrece TVE-1, Gente, era tan curioso como desconsolador. Sabemos por Pessoa que el amor, sobre todo escrito o representado, tiene un punto ridículo, pero creo que el autor del maravilloso poema Todas las cartas de amor no incluía en su pensamiento la necesidad de la horterada que ésos y otros espacios televisivos del cor...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El corazón tiene leyes que la razón ignora y la televisión promulga. Ver el jueves a las ocho de la tarde el estreno de la nueva "revista de sociedad" de Cuatro, Nos pierde la fama, alternándola en las pausas con el programa de cotilleo que a la misma hora ofrece TVE-1, Gente, era tan curioso como desconsolador. Sabemos por Pessoa que el amor, sobre todo escrito o representado, tiene un punto ridículo, pero creo que el autor del maravilloso poema Todas las cartas de amor no incluía en su pensamiento la necesidad de la horterada que ésos y otros espacios televisivos del corazón poseen. De Nos pierde la fama me sorprendió la ramplonería de su carátula y su decorado (en una cadena que destaca por su buen gusto en esa materia) y los cuatro presentadores-humoristas, entre los que se lleva la pluma del martirio el argentino Ronnie Arias. María Barranco, asaltada por él en un estreno, le dio un corte merecido por todos los paparazzi del mundo: "Yo tardo mucho en correrme". Santiago Segura fue más torrencial con el nerviosismo apremiante de Ronnie: "¿Llevas una guindilla en el culo?". Ya entrados en los genitales, Nos pierde la fama debatió el culo de Eduardo Noriega en el anuncio del agua tónica, insinuando que, según la inveterada costumbre del cine español, le doblaron por la espalda.

A continuación, Gabilondo abrió rotundamente sus Noticias Cuatro con la declaración parlamentaria del Año de la Memoria Histórica, mientras que Lorenzo Milá relegaba esa trascendental noticia del día a un segundo insignificante lugar de su Telediario 2 (TVE-1). El corazón no siempre está a la izquierda de las personas; el PP, que rechazó la declaración, lo tiene en las témporas. Tres horas más tarde, la primera Milá, Mercedes, ofrecía en Tele 5 (Diario de...) una muestra de su inimitable estilo, llevando hasta Chernóbil su personalismo impertinente y teatral, en este caso, por fortuna, no al servicio de unos botarates desbarrando en una casa sino de una investigación hecha con brío e imágenes estremecedoras, algunas de los afectados por las radiaciones nucleares en España.

Archivado En