Un título como incentivo

Cerca de 7.000 aficionados salieron a las calles de Barcelona, concretamente a la plaza de Sant Jaume y a las fuentes de Montjuïc, para celebrar el cuarto título de Copa del Espanyol. El apoteósico festejo de una afición poco acostumbrada a saborear títulos -también celebró la Superliga femenina ganada el pasado domingo- no pudo obviar el trasfondo de la difícil situación que atraviesa el equipo en la Liga. Está a dos puntos del descenso y el domingo visita al Valencia, además, con la baja de Tamudo, que sufrió un golpe en la final y podría tener fracturado un dedo del pie.

Durante la c...

Cerca de 7.000 aficionados salieron a las calles de Barcelona, concretamente a la plaza de Sant Jaume y a las fuentes de Montjuïc, para celebrar el cuarto título de Copa del Espanyol. El apoteósico festejo de una afición poco acostumbrada a saborear títulos -también celebró la Superliga femenina ganada el pasado domingo- no pudo obviar el trasfondo de la difícil situación que atraviesa el equipo en la Liga. Está a dos puntos del descenso y el domingo visita al Valencia, además, con la baja de Tamudo, que sufrió un golpe en la final y podría tener fracturado un dedo del pie.

Durante la celebración también quedaron patentes las dudas respecto al futuro de varios componentes de la plantilla, empezando por el del entrenador, Miguel Angel Lotina, quien después de haber insinuado que no renovará su contrato, ha pospuesto toda manifestación al respecto hasta final de temporada, y siguiendo por Lopo, que podría tener ya un preacuerdo con el Deportivo. Los hinchas pidieronla continuidad de ambos.

El equipo fue recibido por Josep Bargalló, primer consejero del Gobierno catalán, en la sede de la Generalitat, y en el Ayuntamiento por el alcalde, Joan Clos.