Un fallo en una vía del tren subterráneo del nuevo Barajas afecta a miles de pasajeros

El fallo, que se solucionó por la tarde, causa aglomeraciones y leves retrasos a los pasajeros

La terminal 4 del madrileño aeropuerto de Barajas, inaugurada hace dos meses, no cesa de dar sobresaltos. Un día después de que miles de maletas se quedaran en tierra, una vía del tren subterráneo que une el edificio principal con el llamado satélite, quedó ayer inutilizada durante cinco horas y media. Los cerca de 5.000 pasajeros que, según los cálculos de AENA, se vieron afectados por la avería tuvieron que esperar siete minutos a que llegara el tren, el doble del tiempo habitual. El sistema volvió a la normalidad a las cinco y media de la tarde.

Los técnicos decidieron utilizar la mi...

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La terminal 4 del madrileño aeropuerto de Barajas, inaugurada hace dos meses, no cesa de dar sobresaltos. Un día después de que miles de maletas se quedaran en tierra, una vía del tren subterráneo que une el edificio principal con el llamado satélite, quedó ayer inutilizada durante cinco horas y media. Los cerca de 5.000 pasajeros que, según los cálculos de AENA, se vieron afectados por la avería tuvieron que esperar siete minutos a que llegara el tren, el doble del tiempo habitual. El sistema volvió a la normalidad a las cinco y media de la tarde.

Los técnicos decidieron utilizar la misma vía para que el tren circulara en ambos sentidos. El andén que normalmente se utiliza para las salidas quedó como el único operativo, por lo que el tren dejaba a los viajeros que acababan de aterrizar en la misma plataforma. Ahí tenían que pasar por una pequeña puerta de emergencia, donde se formaba un cuello de botella, subir dos pisos a pie y volver a bajarlos. "Es un caos total; nos han metido por un laberinto y nadie nos ha informado de nada", se quejaba un gallego recién llegado de Budapest. "A partir de ahora intentaré volar sólo por Barcelona", amenazaba mientras se iba corriendo por miedo a perder su enlace con A Coruña.

El gerente del sistema que gestiona el tren recalcó que la avería se solucionó sin causar "excesivas molestias" a los usuarios. Una de las quejas más habituales era la falta de información proporcionada por los responsables del aeropuerto. El comentario de un hombre procedente de Cancún demostraba que los pasajeros no estaban al tanto de los acontecimientos. "Nos han cogido de pardillos; hemos ido por sitios rarísimos y salíamos por puertas de emergencia. Seguro que estaban haciendo un simulacro de incendio", comentó al encontrarse con sus familiares.

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