Ciudad Real y Portland, finalistas de la Copa de Europa
Balonmano Ciudad Real y Portland San Antonio protagonizarán la final de la Copa de Europa tras deshacerse del Flensburg alemán y el Vezsprem húngaro, respectivamente. Los castellano manchegos partían con todo a su favor tras vencer en el Quijote Arena a los teutones por una diferencia de nueve goles (31-22). Sin embargo, los pupilos de Talant Dushjbaiev prefirieron amarrar el choque desde el principio y volvieron a vencer, esta vez en campo alemán, por un meritorio 27-29.
El equipo navarro partía con muchos más problemas. Tras caer en Hungría por dos goles, los de Zupo Equísoain ...
Balonmano Ciudad Real y Portland San Antonio protagonizarán la final de la Copa de Europa tras deshacerse del Flensburg alemán y el Vezsprem húngaro, respectivamente. Los castellano manchegos partían con todo a su favor tras vencer en el Quijote Arena a los teutones por una diferencia de nueve goles (31-22). Sin embargo, los pupilos de Talant Dushjbaiev prefirieron amarrar el choque desde el principio y volvieron a vencer, esta vez en campo alemán, por un meritorio 27-29.
El equipo navarro partía con muchos más problemas. Tras caer en Hungría por dos goles, los de Zupo Equísoain debían remontar en el Pabellón Universitario de Pamplona. Y lo hicieron con frialdad, midiendo al rival y sufriendo un poco durante el primer período. El Portland tanteó y amasó al Vezsprem, buscando un castigo físico que hiciese valer su superioridad en el banquillo.
Tras un inicio fulgurante con 3-0, el duelo se calmó. Los antonianos dominaban, pero lastrados por la magnífica actuación de Eklemovic y Lazarov, que mantuvieron vivo a su equipo. Mientras, en el Portland, Balic, lesionado desde los primeros compases, derrochó calidad y se acompañó de Ruesga y un inspirado Rocas desde el punto de penalti para mantener la igualdad hasta el 18-16 del receso.
Después llegó la exhibición. Los locales apretaron el acelerador y la defensa para acabar con las esperanzas de sus rivales. En un juego matemático, consiguieron ampliar la ventaja hasta 4 goles, en el minuto ocho de la reanudación, y a cinco en el descanso. El Vezsprem, sin moral, tiró la toalla y el Portland sólo tuvo que dejarse llevar hasta la victoria final por 32-29.
De esta forma, se repite por cuarta vez en los últimos quince años una final plenamente española en la máxima competición del balonmano europeo, tras las disputadas por Barcelona-Elgorriaga Bidasoa, en 1996; Portland-Barcelona, en 2001; y Ciudad Real-Barcelona, la pasada campaña.