Reportaje:

Bandazos por la autovía

Detenido el chófer de un autocar con 40 viajeros que dio positivo en el control de alcoholemia e iba hablando por el móvil

R. G. S. salió de Almería, donde nació hace 53 años, al volante de un autocar. Su cometido era llevar a 40 trabajadores inmigrantes, casi todos subsaharianos, de Almería hasta Bruselas. Según la guía Michelín, desde un punto a otro distan 2.133 kilómetros.

No llevaba recorridos ni 400 cuando una pareja de la Guardia Civil vio acercarse al autocar dando bandazos por la carretera, invadiendo el arcén derecho y el carril izquierdo. Esto ocurría el pasado miércoles, a las 16.12, a la altura del kilómetro 162 de la A-4, en las proximidades de Manzanares (Ciudad Real). Cuando la pareja se ace...

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R. G. S. salió de Almería, donde nació hace 53 años, al volante de un autocar. Su cometido era llevar a 40 trabajadores inmigrantes, casi todos subsaharianos, de Almería hasta Bruselas. Según la guía Michelín, desde un punto a otro distan 2.133 kilómetros.

No llevaba recorridos ni 400 cuando una pareja de la Guardia Civil vio acercarse al autocar dando bandazos por la carretera, invadiendo el arcén derecho y el carril izquierdo. Esto ocurría el pasado miércoles, a las 16.12, a la altura del kilómetro 162 de la A-4, en las proximidades de Manzanares (Ciudad Real). Cuando la pareja se acercó para detener el autocar comprobó que, además, el conductor iba hablando por un teléfono móvil.

El conductor, que hacía la ruta Almería-Bruselas, tenía retirado el carné

R. G. S., además, dio pruebas evidentes de hallarse bajo los efectos del alcohol. La patrulla, perteneciente al subsector de Tráfico de Ciudad Real, le realizó la prueba de alcoholemia. Resultado: positivo de 1,22 miligramos por litro en aire espirado, una tasa siete veces superior a la permitida, 0,15 miligramos. "Tuvo que beber mucho, porque es una tasa muy alta. Con 0,16 ya no podía conducir", contó ayer por teléfono Antonio Carrasco González, jefe provincial de Tráfico de Ciudad Real.

A la pareja de agentes todavía le aguardaba otra sorpresa. Cuando revisaba los papeles del conductor se dio cuenta de que tenía retirado el permiso de conducir hasta finales de año. "Seguramente por otro delito contra la seguridad vial, porque se le retiró mediante sentencia judicial firme", afirma Carrasco.

El conductor fue detenido por dos presuntos delitos: contra la seguridad del tráfico (conducir bajo la influencia de bebidas alcohólicas) y quebrantamiento de condena (al no tener permiso para conducir). Además, la falta administrativa por conducir hablando por el móvil.

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Mari Carmen es una empleada de autocares Hispantour-Bus, de Almería, empresa que emplea al conductor detenido. Esta compañía hace el servicio Almería-Bruselas dos veces por semana, los miércoles y los sábados. Cuenta -con el jefe es imposible hablar porque, según palabras de él, "no tiene nada que decir" y se mantiene "al margen"- que este conductor es "muy buena persona", que nunca ha dado problemas. "Cuando me dijo mi jefe que lo habían detenido me quedé sorprendida", afirma.

Sorprendidos se quedaron también en la Dirección General de Tráfico (DGT) al comprobar que el autocar que transportaba a los 40 pasajeros tenía hasta 10 transferencias. Eso quiere decir que había pasado de mano en mano 10 veces. Y que, además, había sido rematriculado dos veces, que contando la inicial suponen tres matriculaciones.

Cuando a Mari Carmen se le pregunta si ese autocar era viejo, no sabe nada. En su página web, Hispantour-Bus se presenta como una empresa dedicada al transporte de viajeros, ubicada en Almería, que pone a disposición de los clientes el servicio discrecional de viajeros, excursiones y autocares de hasta 70 plazas. Y realiza presupuestos sin compromiso.

Al margen del estado del autocar, sobre el que sí es responsable, esta empresa podía, o no, saber que ese conductor no tenía el permiso de conducir en regla. Mari Carmen asegura que tiene una fotocopia en su poder de su carné, y "está en vigor".

¿Y qué ha fallado entonces? José Luis Pertierra, presidente de la Federación Nacional Empresarial de Transporte en Autobús (Fenebús) -que agrupa a 1.500 empresas del sector y a 16.000 autocares-, lo tiene claro. "Ha fallado el control por parte de los poderes públicos. Tuvimos un problema con una empresa muy importante, que nos llama y nos dice que tienen un conductor con el permiso de conducir retirado y la empresa no sabía nada. Lo que hicimos fue pedir a la DGT que, al mismo tiempo que retira el permiso al conductor, lo comunique a la empresa. ¿Y qué nos contesta la DGT? Que no pueden hacerlo en virtud de la Ley de Protección de Datos. Digo yo que ante un problema de seguridad vial esta ley podría tener alguna excepción". Pertierra tiene mucho interés en dejar "limpia" la imagen de este sector. "Éste es un hecho aislado. El conductor no es un profesional, es un delincuente, y sobre él tiene que caer todo el peso de la ley".

El chófer del autocar, tras pasar a disposición judicial, quedó ayer en libertad con cargos.

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