Reportaje:

"Aún no he recibido una peseta"

Una tetrapléjica estafada lleva 10 años esperando la indemnización

"Es difícil confiar en la justicia después de lo que me ha pasado... Ves cómo tus hijos van creciendo y resulta muy doloroso no poder darles lo que necesitan".

Quien así habla es Bernardetta Lewandowska, la inmigrante polaca a la que un abogado de Segovia le robó la indemnización de 900.000 euros que pagó para ella una compañía de seguros tras el accidente de tráfico que la dejó tetrapléjica en 1993.

Bernardetta se presentó ayer, en silla de ruedas, ante el tribunal de la Audiencia de Madrid que lleva su caso, pero no pudo hablar con los jueces, que estaban celebrando juicios. Su...

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"Es difícil confiar en la justicia después de lo que me ha pasado... Ves cómo tus hijos van creciendo y resulta muy doloroso no poder darles lo que necesitan".

Quien así habla es Bernardetta Lewandowska, la inmigrante polaca a la que un abogado de Segovia le robó la indemnización de 900.000 euros que pagó para ella una compañía de seguros tras el accidente de tráfico que la dejó tetrapléjica en 1993.

Bernardetta se presentó ayer, en silla de ruedas, ante el tribunal de la Audiencia de Madrid que lleva su caso, pero no pudo hablar con los jueces, que estaban celebrando juicios. Su objetivo: "Poder recuperar pronto algo de mi dinero, aunque sólo sea una parte".

Tras 10 años de pleitos y con dos sentencias penales a su favor (una de la Audiencia y otra del Tribunal Supremo), Bernardetta se queja de que sigue sin cobrar "ni una sola peseta" de los 900.000 euros que le robó el abogado Luis Alberto Pinillos. Éste cobró por ella el dinero del accidente que la dejó postrada en una silla de ruedas, y falleció poco después. Con su muerte se esfumó el dinero. La esposa y un socio del fallecido fueron condenados por la desaparición de la indemnización y obligados a devolverla. "La sentencia ya es firme y ellos tienen muchos estudios y dinero. ¿Tengo que esperar más para recuperar mi dinero, que no es para mí, sino para mis hijos?", declaró Bernardetta, tras desplazarse desde Toledo a Madrid.

Hijos pequeños

Bernardetta tiene tres hijos pequeños y un marido, Andrezej Staszcak, que tampoco puede trabajar: se dedica a cuidar de ella (sólo puede mover una mano y la cabeza) y de los niños. "Estamos aquí", indicó su abogado, José Miguel Ayllón, "para pedir a la Audiencia de Madrid que, por favor, agilice la ejecución de la sentencia y libre algo del dinero embargado, aunque sea una parte. Esta familia tiene muchas dificultades para sobrevivir. Ahora mismo pesa sobre ella una orden de desahucio de su casa por impago del alquiler. Y llevamos pleiteando 10 años, aunque esto no parece acabar nunca", se lamentó Ayllón, presidente de la Asociación Nacional de Víctimas de Delitos Violentos.

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"Cuando no es por una cosa es por otra, pero siempre hay algo que evita que esta familia recupere lo que es suyo", apostilló. "Mientras los condenados, muchos de ellos abogados, celebran grandes fiestas, esta familia no tiene ni para vivir dignamente. No es justo", concluyó Ayllón.

El marido de Bernardetta terció: "Aquí [a las puertas de la Audiencia de Madrid] deberían estar ellos pidiendo que no les embarguen el dinero; sin embargo, somos nosotros los que tenemos que venir desde Toledo a suplicar que aceleren los trámites judiciales".

La Audiencia madrileña condenó a cuatro años de cárcel a Santiago Vidaechea Solís, socio del abogado fallecido; a dos años de prisión a la viuda, María Luisa Lorenzana; a un año de cárcel a un hijo del matrimonio. Y a indemnizar a la víctima con 900.000 euros más intereses.

El palacio de Enrique IV

La Audiencia de Madrid, y después el Tribunal Supremo, dejaron afectos al pago de la indemnización parte de los bienes conocidos de los condenados en relación con la desaparición del dinero de Bernardetta.

Entre los bienes afectos a esa indemnización figura el palacio de Enrique IV en Segovia. Resulta que este palacio era propiedad de una empresa, Galartis, participada por socios y por la viuda del abogado fallecido. Cuando el juicio se echaba encima, y antes de que la Audiencia de Madrid dictara sentencia, Galartis vendió el palacio por 900.000 euros. Esta venta originó una denuncia de Bernardetta por alzamiento de bienes. El abogado de Bernardetta, José Miguel Ayllón, está muy disgustado con el desarrollo de este procedimiento en Segovia. Asegura que los acusados están tratando de que Bernardetta no cobre su dinero. Afirma que, según sus cálculos, "ese palacio vale unos 2,4 millones de euros [400 millones de las antiguas pesetas]" y que no se cree que la familia del abogado fallecido posea "sólo un tercio del palacio".

"Estamos tratando con personas que saben mucho de leyes y que están haciendo lo posible por ocultar sus bienes", sostiene. Según Ayllón, los tribunales ya tienen embargadas algunas nóminas y rentas en relación con este caso. "¡Que las liberen ya para Bernardetta, que las necesita para sus hijos!", clama el letrado.

Un funcionario de la Audiencia comentó ayer, según Ayllón, que el asunto es complejo y que se está estudiando minuciosamente para evitar embargos sobre personas absueltas. "Que libren ya el dinero; y si se equivocan, que por una vez sea en beneficio de la parte más débil y que más lo necesita", insistió el letrado.

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