El PP adelanta la aprobación del Estatut en las Cortes para que no coincida con el catalán

El adelanto de la fecha para ratificar el nuevo Estatut d'Autonomia en las Cortes Valencianas -del 25 de abril al 27 de marzo- provocó ayer una tormenta en el Partido Popular. El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, anunció el adelanto al secretario general del PSPV, Joan Ignasi Pla, el miércoles. El presidente de las Cortes, el zaplanista Julio de España, se enteró cuando el Grupo Popular pidió una reunión de la Junta de Portavoces para aprobarlo. El cambio de fechas, que motivó diversas cábalas relacionadas con la crisis interna de los populares valencianos, responde a instruccione...

El adelanto de la fecha para ratificar el nuevo Estatut d'Autonomia en las Cortes Valencianas -del 25 de abril al 27 de marzo- provocó ayer una tormenta en el Partido Popular. El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, anunció el adelanto al secretario general del PSPV, Joan Ignasi Pla, el miércoles. El presidente de las Cortes, el zaplanista Julio de España, se enteró cuando el Grupo Popular pidió una reunión de la Junta de Portavoces para aprobarlo. El cambio de fechas, que motivó diversas cábalas relacionadas con la crisis interna de los populares valencianos, responde a instrucciones de la dirección nacional del PP para que el Estatuto valenciano quede fuera de la agenda política y alejado de la reforma del de Cataluña.

Ribó se pregunta "por qué extraño motivo a alguien le ha entrado una prisa terrible"

El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, ha mencionado varias veces en el último año la fecha emblemática del 25 de abril -aniversario de la batalla de Almansa, que supuso la pérdida de los Fueros- como su preferida para ratificar el nuevo Estatut en las Cortes Valencianas. Y diversos portavoces del PP valenciano han insistido en ello en los últimos tiempos. Sorpresivamente, el miércoles por la noche, tras la aprobación del nuevo texto en el Senado, Camps comunicó al secretario general del PSPV, Joan Ignasi Pla, su intención de ratificarlo antes de esa fecha.

Ni la Generalitat ni el PP ofrecieron una versión oficial del porqué de este cambio de fechas. Fuentes populares aseguraron a este periódico que el adelanto en la aprobación del Estatut responde a una instrucción que el presidente nacional del PP, Mariano Rajoy, habría trasladado a Camps para que se apruebe cuanto antes el Estatut valenciano, con el objetivo de que quede fuera de la agenda política y, por tanto, alejado del proceso de reforma estatutaria de Cataluña. Se trataría de eludir así la contradicción que supone el hecho de que los populares apoyen el texto valenciano mientras plantean una oposición frontal al catalán. No en vano, el Estatut valenciano tiene notables coincidencias con el catalán que el PP acepta en el primero y rechaza en el segundo. El proyecto de reforma del Estatut de Cataluña ha entrado esta semana en comisión en el Congreso de los Diputados y podría ser debatido en el pleno a finales de este mes. Pasaría entonces al Senado, donde a finales de abril también estaría en disposición de ser votado, para ser sometido a referéndum en Cataluña el 18 de junio.

El cambio de fechas provocó un rifirrafe entre los dos sectores del PP en las Cortes Valencianas. El portavoz del Grupo Popular, Serafín Castellano, del sector campista, lo comunicó la noche del miércoles a los otros dos grupos de la Cámara y forzó la celebración de una Junta de Portavoces -cuya convocatoria corresponde al presidente de la Cámara, el zaplanista Julio de España- que no estaba prevista. Y ayer incluso llevó a la reunión la resolución con el procedimiento a seguir, algo que también es competencia del presidente. La propuesta inicial de los populares era la del 24 de marzo, fecha que el portavoz de Esquerra Unida-L'Entesa, Joan Ribó, rechazó por considerar que una ley como la de reforma del Estatut "no se puede tramitar en tres días, como estaba planteado, de presentación de enmiendas". De España, que se puso del lado de Ribó y de los socialistas al considerar que la fecha debía ser consensuada, tenía que acudir a una comida con Eduardo Zaplana y poco antes de las 14 horas, al ver que los grupos no se ponían de acuerdo, suspendió la reunión y anunció que continuaría a las seis de la tarde. El portavoz del PP, Serafín Castellano, contrariado, llegó a amenazar con no acudir a esa segunda parte. De hecho, no se presentó, aunque su ausencia estaba justificada por el fallecimiento de un familiar. Fuentes populares dijeron que De España se enfadó porque pensaba que los campistas intentaban hacerle llegar tarde a la cita con su jefe. Los portavoces, ya sin el presidente, acordaron finalmente la fecha del 27 de marzo, que fue ratificada por la tarde en la reanudación de la reunión de la Junta de Portavoces.

Los grupos de la oposición hicieron diversas cábalas en torno a la súbita prisa del PP por ratificar la reforma estatutaria en las Cortes. Una, relacionada con la fractura interna del PP valenciano entre campistas y zaplanistas, según la cual la decisión pretendería restar margen de maniobra a estos últimos en un supuesto intento de organizar alguna jugada para aguarle la fiesta al presidente Camps en el día grande para un proyecto que prácticamente justifica toda la legislatura. La otra, que de alguna manera también tendría que ver con esa crisis del PP, estaría relacionada con la supuesta intención del presidente Camps de remodelar el Consell aprovechando que el nuevo Estatut elimina el número máximo de integrantes del Gobierno valenciano.

Los grupos de la oposición no pusieron objeciones al adelanto, pues relacionaban la fecha del 25 de abril con la "obsesión" del presidente Camps por "convertirse en una especie de redentor del pueblo valenciano", según expresión de un dirigente socialista. Pero tanto el portavoz adjunto del PSPV, Antoni Such, como Joan Ribó aseguraron desconocer "por qué extraño motivo a alguien le ha entrado una prisa terrible". En todo caso, para los socialistas, el adelanto del calendario para la ratificación significará que tendrán las manos libres antes de lo que pensaban para plantear un nuevo escenario de oposición que rompa con la imagen de seguidismo y de cesiones al PP que han dado a lo largo de la negociación estatutaria.