"En el palco no puedo decir lo que pienso"

El destino de Marius Lacatus (Brasov, 1964) vuelve a cruzarse con Sevilla. La misma ciudad que visitó como jugador hace 20 años. Entonces el Steaua fue campeón de Europa. Ganó en 1986 en los penaltis al Barça y se convirtió en el primer equipo del este en guardar en sus vitrinas el torneo. Él marcó un gol. Ahora, el también ex de Fiorentina y Oviedo, es el presidente del aquel club, el más poderoso de Rumanía. Aquel delantero que corría los 100 metros en 11 segundos al que apodaban la fiera, acumula en su silueta algún kilo de más. Quería ser entrenador, pero le ofrecieron el palco: "Er...

El destino de Marius Lacatus (Brasov, 1964) vuelve a cruzarse con Sevilla. La misma ciudad que visitó como jugador hace 20 años. Entonces el Steaua fue campeón de Europa. Ganó en 1986 en los penaltis al Barça y se convirtió en el primer equipo del este en guardar en sus vitrinas el torneo. Él marcó un gol. Ahora, el también ex de Fiorentina y Oviedo, es el presidente del aquel club, el más poderoso de Rumanía. Aquel delantero que corría los 100 metros en 11 segundos al que apodaban la fiera, acumula en su silueta algún kilo de más. Quería ser entrenador, pero le ofrecieron el palco: "Era un tren que no podía dejar pasar".

Pregunta. Se cruza con un equipo de Sevilla 20 años después, ¿Qué recuerda?

Respuesta. Sevilla es la ciudad en la que el fútbol rumano consiguió su máximo logro. Yo tenía 22 años y no me daba cuenta. Ahora, cuando veo que la gente aún habla de ello, lo comprendo. En Rumanía, Sevilla se asocia con el triunfo.

P. ¿Qué fue de aquel equipo?

R. Llegamos a semifinales en el 88 y a la final en el 89. Hicimos un buen papel con gente de la casa contra grandes equipos europeos.

P ¿Ahora hay más dinero con la ayuda del patrón Becali?

R. La idea sigue siendo la misma. Sólo tenemos un extranjero. El presupuesto es el que le da la gana al patrón. Suficiente para llegar lejos. Él quiere canteranos y, aunque no es fácil, está haciendo un esfuerzo para mantenerlos. El sentimiento hace que los jugadores prefieran quedarse.

P. ¿Pueden emular al equipo campeón de Europa?

R. Primero tenemos que ganar la liga (son segundos, a un punto del Dinamo) y llegar a la Champions. Antes era más fácil.

P. ¿Hay relevo a los Hagi, Popescu, Lacatus...?

R. Sí, pero hay que ganar. Con triunfos, todo es más fácil.

P. ¿Es tan pasional en el palco como lo era en el césped?

R. En el campo lo daba todo, pero fuera siempre me he portado bien. En el palco se está más tranquilo, aunque no puedo decir lo que pienso.

P. ¿Volverá a entrenar?

R. Tuve buenos resultados entrenando, pero no pude decir que no a la presidencia del Steaua. Si algún día esto no va bien, ya veré. Al Steaua no creo que lo entrene. No quiero que digan que me aprovecho de mi puesto.

P. ¿Y volver a España?

R. Para mí España es Oviedo. Tengo allí una casa. Siempre estaré preparado para cuando me llamen. Si llega el día de entrenar al Oviedo, bien, si no, me buscaré la vida.

P. ¿Qué sabe del Betis?

R. Que preferíamos al AZ. El Betis no va bien, pero tiene un gran equipo. La UEFA les da fuerzas y andan un poquito mejor. Estar en varias competiciones es muy complicado.

P. ¿Qué jugadores destaca de su rival?

R. Tiene tres o cuatro muy buenos, pero no quiero dar nombres.

P. ¿El punto fuerte del Steaua?

R. Calidad y unidad. Llevan jugando juntos años y eso se nota.

P. ¿Sueña con ganar la UEFA?

R. Es muy difícil, pero la gente por la calle habla de la vuelta a Sevilla y de que, 20 años después, estaría muy bien volver a ganar un título europeo.

P. ¿Volverá Rumanía a ser una potencia futbolística?

R. Sí, seguro. Ya son muchos años sin éxito. Tenemos jugadores de calidad y estamos trabajando para que vuelvan los triunfos.