Reportaje:Fútbol | Liga de Campeones

"Mi felicidad no la compra el dinero"

Ronaldinho dedicó su diana ante el Chelsea a su hijo, Joao, cuyo primer cumpleaños no celebró al coincidir con los insultos a Eto'o en Zaragoza

El Barça jugará los cuartos de final de la Champions y es líder de la Liga, donde el segundo clasificado aparece a 10 puntos. Y de ello tiene mucha culpa Ronaldinho, el mejor futbolista del Mundo para la FIFA, el actual Balón de Oro europeo, el hombre que marcó un antes y un después en la historia del Barcelona, según Puyol, su capitán. El tipo que jamás pierde la sonrisa, el 10 que el martes mató las ilusiones del Chelsea con una jugada llena de magia, no supo cómo explicar ayer el gol -"fue una jugada rápida, aproveché que estaba cerca del área, busqué una falta y cuando entré en el a...

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El Barça jugará los cuartos de final de la Champions y es líder de la Liga, donde el segundo clasificado aparece a 10 puntos. Y de ello tiene mucha culpa Ronaldinho, el mejor futbolista del Mundo para la FIFA, el actual Balón de Oro europeo, el hombre que marcó un antes y un después en la historia del Barcelona, según Puyol, su capitán. El tipo que jamás pierde la sonrisa, el 10 que el martes mató las ilusiones del Chelsea con una jugada llena de magia, no supo cómo explicar ayer el gol -"fue una jugada rápida, aproveché que estaba cerca del área, busqué una falta y cuando entré en el area, chuté"- pero sí deslizó que se lo dedicó a su hijo Joao: "Su cumpleaños coincidía con el partido de Zaragoza, pero con lo que pasó con Eto'o no pudimos celebrarlo", explicó.

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Tras considerar que por el ambiente y la clasificación la noche del partido contra el Chelsea "es inolvidable", Ronaldinho reconoció que la clave del pase del Barcelona radica en que el equipo "ha crecido". "Ya no cometemos los errores del años pasado. Somos un equipo mas maduro", apostilló el brasileño. Vestido con gorra y sudadera rojas estampadas ambas con el célebre logotipo de Michael Jordan, Ronaldinho no escondió sentirse feliz "al ver contenta a tanta gente", y, aunque sabe que en el fútbol las cosas cambian rápido, respondió sereno a la pregunta de qué sucedería si un Abramovich de turno llamara a su puerta cargado de dólares: "Mi felicidad no la compra el dinero. Aquí tengo todo para disfrutar. Mi vida es una alegría dentro y fuera del campo", dijo, tratando de ningunear las cuestiones que últimamente han venido a perturbarle: que si su fiesta de carnaval, que si su preparación física personalizada... "Yo me cuido. Sé cuando puedo divertirme y cuando no. Todo el mundo sabe que cuando estoy con el Barcelona obedezco a sus preparadores físicos y que, además, mi primo Valdir me ayuda a nivel particular. Siempre ha sido así y no tengo por qué cambiar, porque me va bien".

Y tan bien. En su tercer año en el Barça, Ronaldinho va camino de batir los registros de las dos anteriores. Especialmente en Champions, este año son espectaculares: 6 goles de 18 remates y 5 asistencias en siete partidos. Según dice "es sólo cuestión de trabajo, no hay otro secreto que ese. Por eso resultamos un equipo atractivo de ver para el espectador al que le gusta el futbol". Ronaldinho sostiene que el camino a la final está por recorrer: "París

aún queda demasiado lejos; lo del Chelsea no era una final, era un partido importante, pero no hemos ganado ningún título".

Ronaldinho, tras concluir el partido ante el Chelsea.MARCEL·LÍ SÁENZ

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