Crítica:JUEGOS

Fuerza española de ataque

La nueva entrega del juego 'Commandos' cambia de forma, pero no de fondo, y se pasa de la estrategia a la acción bélica en primera persona

Commandos, el buque insignia de la producción de videojuegos nacional, zarpa de nuevo tras sufrir varios retrasos, que no han hecho más que aumentar la intranquilidad por ver si el paso de la estrategia táctica a la acción en primera persona es o no una decisión acertada.

El título original creado por la compañía madrileña Pyro Studios permitía controlar a un equipo de soldados durante la Segunda Guerra Mundial que debían resolver conjuntamente complicadas misiones haciendo uso de las características especiales de cada miembro. Se trataba de escenarios en dos dimensiones c...

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Commandos, el buque insignia de la producción de videojuegos nacional, zarpa de nuevo tras sufrir varios retrasos, que no han hecho más que aumentar la intranquilidad por ver si el paso de la estrategia táctica a la acción en primera persona es o no una decisión acertada.

El título original creado por la compañía madrileña Pyro Studios permitía controlar a un equipo de soldados durante la Segunda Guerra Mundial que debían resolver conjuntamente complicadas misiones haciendo uso de las características especiales de cada miembro. Se trataba de escenarios en dos dimensiones con una visión isométrica sobre la acción tal como mandan los cánones de la estrategia. Tras una expansión del juego y dos secuelas, el nuevo Comandos Strike Force propone repetir la fórmula, pero añadiéndole perspectiva subjetiva en escenarios tridimensionales y la necesidad de manejarse bien con la puntería de los fusiles.

'Commandos Strike Force'

Desarrolla: Pyro Studios

Distribuye: Proein

Plataforma: PC, PS2, Xbox

Género: Acción

Mayores de 16 años

Precio: 44,95 (PC), 59,95 (PS2 y Xbox), 54,95 euros (coleccionista PC con memoria USB 64 MB

para guardar partidas y BSO)

Internet: www.commandosstrikeforce.com

Más información

El contexto es el mismo y el objetivo es mermar las fuerzas del Tercer Reich gracias a los hombres mejor preparados del ejército aliado. A diferencia de las entregas anteriores, ahora sólo son tres los personajes que se dejan gobernar: el boina verde, el francotirador y el espía.

Una vez que se han recibido las órdenes se toma el control de uno de ellos, pero manteniendo en mente que en determinadas misiones se puede disponer de otro soldado en cualquier momento con la sola pulsación de un botón.

Este factor, heredado del juego original, es el que obliga a reflexionar contínuamente sobre cuál es la mejor forma de resolver la misión.

A todo esto hay que añadir que la toma de decisiones se realiza en mitad de un intenso fuego cruzado en muchas ocasiones, con lo que la falta de agilidad mental se paga con tener que pensar la estrategia tras perder a todos los comandos y empezando la fase desde el principio.

La acción a cara de perro es la indicada para usar al boina verde, mientras que el francotirador viene de perlas para dar cobertura desde zonas elevadas. Pero sin duda el más carismático es el espía que, con su habilidad para disfrazarse, le convierte en el elegido para misiones de infiltración. No es aconsejable cambiar de personajes en medio de un intercambio de plomo sin antes dejar al soldado bien parapetado, ya que la inteligencia artificial está programada adrede para que no sean capaces de resolver determinadas situaciones por sí solos.

De lo contrario, sería muy fácil acabar las misiones simplemente cambiando entre comandos cuando las cosas se pusieran feas.

La realización técnica es muy alta, sobre todo en los vídeos intermedios que permiten adivinar por qué ahora Pyro Studios también hará películas de animación bajo el sello Ilion. Analizando detenidamente los decorados se detecta una carga poligonal algo baja tanto para objetos como para personajes en la versión de PC, probablemente para facilitar las versiones de consolas con capacidad técnica claramente inferior. Sin embargo, esto no impide que el título sumerja al usuario en la historia, gracias a la cuidada ambientación, el diseño de los niveles y los efectos sonoros. El trabajo artístico con las texturas es digno de mención al ser una constante en la saga que no se ha perdido en el salto a las tres dimensiones.

Los enemigos caen muertos empleando técnicas de muñeco de trapo y es especialmente duro ver cómo pierde su vitalidad un alemán al ser asesinado por detrás, utilizando las habilidades del espía para estrangularle con la cuerda de un piano. La historia está dividida en cuatro misiones y una opción de juego para varios usuarios a través de Internet, con modos de todos contra todos y un divertido modo de sabotaje por equipos.

El estratega puro, amante del juego pausado y reflexivo, difícilmente aprobará este nuevo enfoque a pesar de que se haya respetado la esencia de la saga, entre otras cosas porque aquí se premian los reflejos en gran medida, el uso de las armas, la rapidez de acción y la puntería, es decir, lo típico de un disco de acción en primera persona.

Por otra parte, se contenta al seguidor que quería sentir en sus propias carnes las órdenes que antes daba con el puntero del ratón. Son cosas distintas, pero igualmente buenas. Comandos Strike Force llegará a las tiendas españolas el 17 de marzo para PC y las consolas PlayStation 2 y Xbox.

FRANCOTIRADOR

Irreverente e inmaduro, este inglés de Oxford es, en cambio, imperturbable con un rifle a su disposición. William Hawkins posee un alcance visual agudo y una capacidad infinita para contener la respiración. Con él se puede cubrir a los compañeros desde posiciones elevadas.

BOINA VERDE

Francis O'Brien es el boina verde. Nacido en Nueva York, este soldado forzudo y malhumorado es perfecto para los enfrentamientos cuerpo a cuerpo. Domina las armas blancas y las pesadas, incluyendo las del enemigo. Su mente es fría, pero su sentido del deber le empuja a inmiscuirse en las situaciones más arriesgadas.

EL ESPÍA

Poco se sabe de George Brown. Como espía, su historial es material clasificado. Sus aptitudes para la infiltración, el sigilo y el disfraz le permiten acceder hasta el centro de operaciones enemigas. Un lápiz o una cuerda de piano se convierten en silencionsas armas mortales entre sus mano.

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