Enérgico

Dentro del tradicional hermetismo estético del hip hop, parece que en España comienza a haber nombres que saltan hasta el nivel del público masivo. El alicantino Nach puede considerarse uno de esos afortunados. Desde luego, y como demostró en la presentación en vivo en Madrid de su último doble CD, Ars magna / La mirada, argumentos no le faltan. En lo físico de su arte es enérgico, directo y con gran capacidad de retener la atención del espectador con su actitud y movimientos en escena. En lo que a sus rimas se refiere, en el repertorio de Nach no hay espacio para el obvio estere...

Dentro del tradicional hermetismo estético del hip hop, parece que en España comienza a haber nombres que saltan hasta el nivel del público masivo. El alicantino Nach puede considerarse uno de esos afortunados. Desde luego, y como demostró en la presentación en vivo en Madrid de su último doble CD, Ars magna / La mirada, argumentos no le faltan. En lo físico de su arte es enérgico, directo y con gran capacidad de retener la atención del espectador con su actitud y movimientos en escena. En lo que a sus rimas se refiere, en el repertorio de Nach no hay espacio para el obvio estereotipo de la violencia y sí, en cambio, para toda suerte de reclamaciones personales y sociales presentadas en un tono más poético.

Nach hizo gala de una puesta en escena muy cuidada y unas proyecciones que iban sincronizadas con lo que los MC hacían en escena y que enriquecían tremendamente el espectáculo. También es destacable la labor del dj. En cuanto a los temas, el más recordable es Cadenas, porque, tomando prestado el vehículo expresivo del rap, incide de un modo contra la violencia de género que merecería la pena como canción-bandera.