El Palau de les Arts prescinde de Consuelo Lorente tras un año de desavenencias en la gerencia

La hasta ahora gerente de la Fundación del Palau de les Arts, Consuelo Lorente, ha recibido una instancia verbal por parte del secretario de la comisión ejecutiva para que deje el cargo que ha ocupado desde marzo de 2005. Lorente había llegado al Palau desde la gerencia de la Fundación de las Artes Escénicas de Sagunto para cumplir el encargo de poner en funcionamiento el auditorio diseñado por Santiago Calatrava, que fue inaugurado el pasado 8 de octubre por la reina Sofía con un concierto dirigido por Lorin Maazel y Enrique García Asensio.

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La hasta ahora gerente de la Fundación del Palau de les Arts, Consuelo Lorente, ha recibido una instancia verbal por parte del secretario de la comisión ejecutiva para que deje el cargo que ha ocupado desde marzo de 2005. Lorente había llegado al Palau desde la gerencia de la Fundación de las Artes Escénicas de Sagunto para cumplir el encargo de poner en funcionamiento el auditorio diseñado por Santiago Calatrava, que fue inaugurado el pasado 8 de octubre por la reina Sofía con un concierto dirigido por Lorin Maazel y Enrique García Asensio.

Con una amplia experiencia en el mundo de la música (ha sido gerente del Palau de la Música de Valencia y directora del Teatro Villamarta de Jerez), Lorente ha trabajado durante cerca de un año junto a Helga Schmitd, quien fue nombrada intendente del Palau de les Arts en la primera reunión celebrada por el patronato de la fundación y que desempeñaba el cargo de directora artística del Palau.

La delimitación de las atribuciones entre la gerencia y la dirección artística, pese a ser claras sobre el papel, ha sido causa de constantes roces desde entonces entre Lorente y Schmitd. Este pulso incluso ha agriado las relaciones de la gerente de la Fundación del Palau de les Arts con la secretaria autonómica de Cultura, Concha Gómez.

Sin querer entrar en detalles, Lorente reconoció ayer que el año en el que ha desempeñado el cargo ha estado plagado de "desavenencias" y que ha terminado "harta". Asimismo, aseguró que nunca invadió el área de la programación y sin personalizar el conflicto situó el origen de los problemas en el ámbito de la gestión de este centro, que cuenta con cuatro salas, una de ellas dedicada exclusivamente a la ópera.

Lorente admitió ayer que su vínculo con el cargo estaba sellado con un contrato blindado, aunque "muy chungo", y espera que le sea comunicada por escrito la decisión de apartarla de la gerencia para negociar su salida del Palau de les Arts. Pese a que todavía no se ha planteado por dónde encauzará su futuro, no descarta ocupar su plaza de funcionaria del Ayuntamiento de Valencia.

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