Absuelta de cohecho la tránsfuga que dio el poder al GIL en Ceuta en 1999

Un jurado popular declaró ayer "no culpable" de un delito de cohecho a la tránsfuga socialista Susana Bermúdez, que en 1999 dio el poder al GIL en Ceuta. No se han encontrado pruebas suficientes de un pago de dinero como para aprobar la petición del fiscal, que reclamaba seis años de inhabilitación y 300.000 euros de multa. También quedaron absueltos Antonio Sampietro, ex líder del GIL y presidente de Ceuta gracias a Bermúdez, y el ex marido de la tránsfuga, Francisco Cazalla, ex viceconsejero.

El propio Sampietro se mostraba ayer exhultante, e insistía en que no hubo dinero, sino una d...

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Un jurado popular declaró ayer "no culpable" de un delito de cohecho a la tránsfuga socialista Susana Bermúdez, que en 1999 dio el poder al GIL en Ceuta. No se han encontrado pruebas suficientes de un pago de dinero como para aprobar la petición del fiscal, que reclamaba seis años de inhabilitación y 300.000 euros de multa. También quedaron absueltos Antonio Sampietro, ex líder del GIL y presidente de Ceuta gracias a Bermúdez, y el ex marido de la tránsfuga, Francisco Cazalla, ex viceconsejero.

El propio Sampietro se mostraba ayer exhultante, e insistía en que no hubo dinero, sino una disputa entre dos familias socialistas, los Bermúdez y los Cerdeira, de la que él se aprovechó. Fue su mujer la que acompañó a Bermúdez y sus hijas en 1999 a Eurodisney, en París, para esconderse del PSOE y el PP, que la buscaban para que rectificara su intención de apoyar al GIL. Finalmente nadie la encontró, y con gran secreto llegó a Ceuta para votar la moción y dar el poder al GIL. El PP lo recuperó en 2001 por culpa de otra tránsfuga, Aida Piedra, hasta entonces persona de confianza de Sampietro. Ni Piedra, ni Sampietro, ni Bermúdez viven ya en Ceuta. Esta última se trasladó a Zaragoza para alejarse de sus paisanos, que la acusaban de cobrar por cambiar su voto.

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